miércoles, 27 de diciembre de 2017

Corrupción de larga data y generosos empréstitos

Corrupción de larga data y generosos empréstitos

Address not found[1]


Después de leer el excelente “Manual de Historia Dominicana” del maestro Frank Moya Pons, 11era Edición, 1997, algunos de los datos más recientes sobre la historia de nuestro país me han llamado tanto la atención que he decidido escribir este y otros artículos, a fin de reflexionar acerca su papel en la República Dominicana de hoy. Como escuché al historiador norteamericano Howard Zinn en una charla de Youtube, “la historia es interesante como para perderse, como una novela de misterio pero mejor aún es aprender de ella para entender y cambiar el mundo en el cual vivimos” (parafraseo).

En las páginas 427-428 de su libro, Moya Pons nos relata cómo, a su muerte, Lilís había dejado un país completamente arruinado, con prácticamente todos sus ingresos fiscales en manos de la Santo Domingo Improvement Company (comparar con el 2018, en el cual el 45.5% de los ingresos estatales deberán utilizarse en servicio de la deuda externa…y el endeudamiento continua).

En los 14años de gobierno de Lilís, las continuas crisis financieras y las emisiones de dinero inorgánico (las famosas “papeletas de Lilís”), terminaron por arruinar a la mayoría de comerciantes de prestigio de la época, favoreciendo en cambio, a un nuevo grupo de políticos y militares que hicieron carrera con Lilís dirigiendo su maquinaria política y prestándole dinero al gobierno. Estos préstamos eran pagados con el dinero proveniente de los empréstitos concertados por Heureaux, lo cual constituye uno de los primeros experimentos nacionales de transferencia de riqueza de la ciudadanía hacia la clase política privilegiada. La deuda es de todos los dominicanos, pero el dinero es sólo de aquellos ligados al régimen.

Como vemos, si bien el Estado ha moderado sus políticas de represión ciudadana, sus métodos de latrocinio de la población y abuso del poder institucional se han mantenido esencialmente iguales, aunque más refinados y discretos. No obstante, debido al aumento considerable de la incidencia que el Estado tiene sobre la vida cotidiana en la República Dominicana, el endeudamiento hacia el cual nuestros “representantes” se encuentran empecinados puede desembocar en una crisis humanitaria catastrófica, ya que si bien en tiempos de Lilís no existía ni siquiera la precaria red de asistencia social que tenemos hoy, la población era mucho menor y dependía mucho menos del Estado para su malvivir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario