sábado, 13 de diciembre de 2014

"Mi mejor oración" de Mariano Lebrón Saviñón. Desde el olvido de la web

MI MEJOR ORACION
Una cosa es cantar
porque del alma broten las canciones
enceguecidas y sonoras
como si en un vibrante caracol de espumas
resonaran;
una cosa es cantar
teniendo a Dios erguido en nuestro canto;
una cosa es cantar
por los OCULTOS MANANTIALES DE LA
SANGRE
o en desmayada tempestad
de tarde presurosa,
y otra cosa es vivir mudo y asido
a la PIEDRA DEL MUNDO
con los brazos en cruz y el alma lanza en
ristre;
gritar en el concierto de los mundos
porque recoja el grito de la vida,
huraña noche oscura de los bosques
y otra, vivir, sembrado de diamantes
el corazón.
Ahora, cantar, cigarra loca que espera el
tiempo
de la espiga y el sol
alondra ebria en soledad de LUZ,
HILO DE AGUA SOBRE ROCOSO
CAUCE DE AMOR.
Ahora, cantar con Dios borracho en el filo del
canto,
con cuatro ANGELES Y ROSAS.
En el dolor del inundo, cantar,
cantar, con llantos y desgarraduras,
con CLAVOS Y CON CRUCES,
cantar, con flagelaciones sonoras en el alma,
sin LUZ,
con LUZ,
cantar para el amor.
Yo sueño con la ROSA DEL MUNDO,
con el rocío,
con el primer LUCERO y el primer
aflautado RUISEÑOR.
Mi corazón es un RUISEÑOR,
yo soy la LUZ de la conciencia.
Soy el sonoro CARACOL DEL VIENTO
sonando y resonando en un crecido pulmón
que llena el mundo.
10

Era un
niño
llorando su lucero
bajo un cielo de plata,
era un niño indefenso y jugueteando
bajo el fuego del sol,
un batracio a la orilla del camino
y una
PIEDRA,
y una promesa al final de la jornada.
Ahora soy lo vibrante que palpita,
ahora, el amor,
el beso,
la lujuria, sin sombras,
del instinto,
el plañidero bajo el ALA DEL ROSAL
que siente el crecimiento de los pétalos
y el murmullo sin ruidos del perfume impoluto.
Ahora, la sombra de Dios
y parte integrante del infinito de Dios.
Ahora, creador del cielo y de la vida,
forjador de la tierra y de los mundos.
Marinero que va de isla en isla,
de sombra en sombra
bajo SOLES DE PIEDRA Y LUNA
de enamoradas noches de los mares,
marinero curtido por las lluvias polares
y naúfrago en mil océanos perdidos.
Ahora, ésto que alienta, ésto que vibra,
ésto que canta,
ésto que es Dios y busca a Dios
por los cien mil caminos de sus sueños.
Ahora, el cantor, LA LUNA Y EL LUCERO.
El cielo no es la FUENTE para ganar la vida
sino una amplia quimera
en donde nuestros sueños
naufragan de luceros.
No es la TUMBA el perenne descanso,
no es el seno
terrestre de la MUERTE,
ni es
MORIRSE, MORIR.
Deben de haber más amplios senderos,
más erguidas montañas,
más caudalosos torrentes,
más señeros alados DELFINES de los bosques.
Debe existir la cúpula de ROSAS
que corone la frente de otro mundo.
Tiraré un puente desde la LUZ
hasta mi corazón,
traspondré una barrera de esperanza,
subirá a los ramajes de un anhelo,
escalaré una dicha,
sollozaré una
ROSA EN EL AMOR.
¿Qué ANGEL DE OLOR me llenará la noche?
¿Qué FUENTE LIMPIA sollozará en mi
anhelo?
Es preciso vivir,
cantar bajo la luna de amor de los misterios
porque las vides tienen sus racimos en plenitud
y vino fresco al dolor esponjan los vineros.
Amor, abre tus brazos sobre los bosques
de la conciencia.
Amor, tiende tu luz sobre el rosal divino.
Amor, da tu perfume de excelsitud eterna.
Amor, hazme cantar.
Cantar y ser eterno en mi canción,
viva llama perenne, universal.
Cantar para vivir.
Cantar hoy y mañana
y por los siglos de los siglos.
Amén.
*Discurso pronunciado el día 12 de octubre de 1992
durante la ceremonia de entrega de la "Medalla
Vasconce-
los 1992"
,
En la ciudad de México.

lunes, 17 de noviembre de 2014

Mural ¿Quién dijo que esto es basura?

Es un concepto básico del Nuevo Peatonalismo que solo a pie puede la ciudad apreciarse a la escala para la que fue diseñada. En medio de tan incómodo urbanismo que dejja cada vez menos y más desaprovisionados espacios para los peatones, Santo Domingo aún ofrece joyas para los que tenemos suerte de caminar por el sitio adecuado.

Adjunto, algunas fotos de un mural que encontré en la calle Cesar Nicolás Pensón, creo que pertenece al Colegio de la Salle:











miércoles, 12 de noviembre de 2014

Respuesta a mi amigo Jaime Rodríguez, pluma insigne del pensamiento reverso



Respuesta a mi amigo Jaime Rodríguez, pluma insigne del pensamiento reverso

Ver el escrito de Jaime Luis Rodriguez Rodriguez en el siguiente link:


Excelente, verdaderamente excelente Jaime Luis Rodríguez, desde la cuarta oración del 2do párrafo me has cautivado. La política es el estudio de las relaciones de poder  y relaciones de poder hay en todas las instancias de la vida social, la cual es la única vida que existe, incluso para el ermitaño que al recluirse ha optado por renegar la sociedad, pero jamás le podrá ser totalmente indiferente.

Por supuesto, no estoy de acuerdo con el punto que haces al inicio de que  he “extrapolado una crítica in concreto de la política dominicana a la concepción abstracta de la política como ciencia social”. La política como idea totalizante está triunfando en todas partes del mundo, desde que se hizo común el engranaje de la democracia liberal para organizar los modelos de Estados nacionales. El faccionismo se ve en las protestas de Corea del Sur, en las huelgas de Bangladesh, en la guerra civil del Líbano, en la derrota rotunda de los demócratas, en los resabios diestros de la oligarquía argentina. Es por eso precisamente que la política es para mí indigna substancia, porque totaliza el debate público, porque nos convierte en abanderados y, justo como en una justa deportiva, alabamos al nuestro, demonizamos al contrario y todo se reduce a un juego “suma-cero”. ¿Qué es ña vida pública nacional? Un ruedo donde se torea con las posturas; con mucha parafernalia y muestras de poder, liderazgo, respaldo, etc., se festina cualquier debate para atender al combate.

Cada párrafo, cada línea de tu escrito está llena de tópicos por explotar. La estructura patriarcal por ejemplo, como magníficamente expuso Yanibel Cepín, se esconde hasta en los intereses de las mujeres “totalmente liberadas”. En el mundo de la abogacía puede decirse que hombres y mujeres juegan en un campo nivelado, graduándose constantemente más mujeres que hombres y con mejores calificaciones. Cuando ocurra el relevo generacional, cerca del 2025, serán las mujeres que ocupen los cargos más importantes para abogados, de eso no me cabe duda. Pero, entre tantas mujeres brillantes, preparadas, ambiciosas, ¿cuantas podemos sacar que se interesen en el debate público? Se dedican a prepararse constantemente en sus carreras, pero más allá de esas fronteras, ¿cuántas conoces que se hayan desimplantado del chip de que armar un “hogar feliz” es el paso cumbre de sus vidas? Evidentemente que menos que los hombres, a quienes, me atrevo a decir, es más por cultura que por una cualidad puramente genética, que les crea menos culpabilidad dedicarse a su carrera con preeminencia sobre el hogar.

Respecto a la realidad del poder como una relación en lugar de un objeto, tu idea es tan genial como subversiva, pues nos obliga a romper el aparato institucional hacia el cual miramos cuando pensamos en poder. Ciertamente acceder a las vías que “legitiman” el ejercicio del poder requiere a su vez de tener un poder real, poder para convocar, para movilizar, para convencer; poder para transgredir las reglas de las vías estructuradas para obtener el poder institucional y, por ejemplo, comprar votos, ocultar urnas, falsificar boletas… Por supuesto, en todos los países de occidente, países que enarbolan la democracia representativa como su sistema de nombrar a los detentadores del poder institucional, cualquier otra vía de ejercer los poderes que por acuerdo o imposición hemos aprendido que corresponden al Estado, es visto con recelo y genera rechazo por la mayor parte de la población. ¿Qué cuando Pablo Escobar financiaba un sistema prestacional paralelo al gobierno solamente el mismo gobierno se manifestó en su contra? Eso es una muestra del poder como relación estrictamente fáctica, y es lo que sale a la luz cuando son subvertidas las instituciones: el golpe de Estado a Chávez en el 2002 y el de Zelaya en el 2009 son dos caras opuestas de la misma moneda. No obstante, la fuerza que impregna la institucionalidad  al ejercicio del poder no tiene ejemplo más claro que el de nuestra propia media isla. Citando a Fernández Domínguez "La ley es la regla a la cual deben acomodar sus actos, así los gobernados como los gobernantes".

Respecto a las críticas a un manejo tecnocrático del Estado, te entiendo y comparto. Los datos dicen lo que quieren que diga quien los maneja y, sobretodo, ¿para que nos sirve los datos si no tenemos un objetivo que alcanzar mediante ellos? El objetivo, el fin, será una decisión política. Mi crítica, y me perdonan si no fui claro, es que las decisiones públicas no deben tomarse en base a valores que sustentan posturas que no resisten el debate técnico. Por ejemplo: ¿Tendrán derecho las parejas homosexuales a adoptar hijos? Yo me pregunto, ¿por qué no? Hasta que no exista un estudio donde se compare el desarrollo psicosocial de los niños criados por parejas homosexuales y se les compare con los niños criados en hogares nucleares tradicionales, entonces esta decisión será tendenciada por un valor de fundamento religioso o social y  digo aquí valor, adscribiéndole un contenido neutro al término.

Respecto a que la participación plural deplora la técnica y que en caso de elegir, eliges la primera sobre la segunda, que es la excusa de los conservadores para mantener el poder (“el pueblo no sabría gobernarse”), repruebo tu conclusión. El pueblo no es “sabio” no como no lo es ningún hombre, los datos deben estar presentes en toda decisión  y es parte de la educación necesaria que todos nos alfabeticemos respecto a las ramas básicas de las ciencias y aprendamos a valorar más las decisiones asentadas en ellas que en mera ideología.

Me gusta tu idea de política desde la no política. Yo diría que hace falta política “desde afuera de los partidos”.

Respecto a la posdemocracia del señor Crouch, discrepo. En estos tiempos vale la idea lo mismo que siempre, nada. La democracia liberar tiene digamos 300 años sobre la tierra, pero salvo los experimentos federales vs unitarios, nunca ha valido tanto la idea como el candidato y su modo de transmitir victoria segura, hegemonía. ¿Por qué la gente vota por el que va a ganar? Porque cree en el sueño de que con su triunfo, formará parte de los que “están arriba en la sociedad”.

Finalmente, como respuesta a tu conclusión, admito las peripecias oratorias en las que debí incurrir para que el término política pudiera ser denostado, pues como dices, ¿qué política? No existe otro termino para denominar al ejercicio ideal, nunca ejercido, de poner al individuo como sujeto y entremezclarlo con demás sujetos igual de dignos a fin de conformar un conglomerado que sea igualmente sujeto, más preponderante, pero nunca más digno, solo diferente. La complacencia intelectual de la que me acusas es mi pecado social, la que me hace admirar más a Buda que a Albizu Campos, cuando ninguno de los dos escribió un libro. Creo que todavía necesito acumular más información y conocerme mejor. ¿Por qué es la política un ejercicio inversamente proporcional a la capacidad de pensamiento expansivo del hombre? Porque desde que se piensa en lo público como misión, la sociedad se vuelve objeto de pensamiento e intentamos moldearla para encajar nuestras concepciones de  cómo debe ser, y en dicha narrativa, si tenemos éxito, siempre acabamos ocupando un sitial privilegiado, manteniendo nuestra subjetividad de cara a una masa, unos hombres-masa, unas personas-medio, incluso cuando nuestro objetivo político sea despojar a la gente de la indignidad de ser cosa. Si quieres que comparta tu concepto de política, diré que solo vale la política solo vale la pena en la medida que constituya el ejercicio de encontrar formas de vivir en sociedad, con la más absoluta libertad, libres de la heteronomía de los demás, de las mayorías, de las instituciones.

lunes, 10 de noviembre de 2014

El fenómeno Leonel: Titulo llamativo para un escrito variopinto



El fenómeno Leonel: Titulo llamativo para un escrito variopinto




Muchos saludos amiga o amigo que me honras con la lectura de estas líneas, las cuales redacto un 9 de noviembre de 2014, ya que el día de mañana, lunes, la Constitución me lo regaló feriado con su nacimiento. He querido homenajear a nuestra Carta Magna compartiendo con sus amparados mis reflexiones acerca de pasatiempo nacional No. 2, “hablar de política” (el 1ero siendo “quejarse en sentido general” y el 3ro “embriagarse”, el 4to “gastar dinero en juegos de azar o brujos”, el 5to “chismear en las redes sociales” y  el 6to “ver y discutir acerca de deportes, incluyendo el dominó”).

Para los que se preguntan por el título, el mismo es la mímesis de un libro leído hace algunos años de nombre “El fenómeno Leonel”, escrito por Aulio Ortiz, Bruno Rosario Candelier, Arturo Emilio Ureña y Argelia Aybar bajo la sombrilla de Centro de Intelectuales Dominicanos, publicado por Editora Alfa & Omega, cuarta edición, impreso en Santo Domingo en el 2004, y el cual ha sido escogido como materia prima de nuestro análisis. Con el morbo que caracteriza todo escrito sobre Leonel, incluiremos extractos del libro para a todo de burla grotesca avanzar la siguiente idea, usurpada con blasfemo placer al patricio:

La política es la ciencia más estulta, después de la astrología, en que ocupar las inteligencias nobles

Esto último lo digo sin tener nada contra la astrología, sino que  simplemente la considero la pseudociencia más popular entre los dominicanos (forma parte del cuarto pasatiempo nacional), sin quitarle merito a la frenología, la alquimia, el psicoanálisis (perdonen los dolientes), entre otras muy vigentes pseudociencias.

En cuanto a la estultez de la política, quiero aclarar a mis amigos en política que lo que quiero decir no es que quienes se ocupan de ella sean necios o tontos. No, se trata de algunos de los jóvenes más preparados, decididos y solidarios que ha parido nuestro terruño. Lo que sucede es que todo quien se mueve en ese ambiente corre el riesgo de terminar en la estultez por culpa de exposición a tan indigna sustancia.


Igualmente, quiero dejar bien claro desde el inicio que no pretendo concluir con el auténtico cliché de la oposición de nuestros tiempos de que “una cosa es política y otra politiquería”. Si bien la distinción es cierta, no deja de resultar trivial para los fines de mi mensaje: “El grado de exposición a la política es inversamente proporcional a la capacidad de pensamiento expansivo de una persona”. Mientras más nos adentramos en disquisiciones de índole política, nos volvemos más y más propenso a estas cosas:

1) Dicotomizar la realidad entre “nosotros” y “los otros”;

2) planear nuestras acciones de cara a cómo afectan nuestra imagen;

3) Renunciar a nuestras posturas para servir a un fin ulterior que generalmente se identifica como noble;

4) Acomodarnos a estructuras jerárquicas en las que cuestionar es casi una indecencia

5) La peor de todas, evaluar el valor de una propuesta por la cantidad de personas movilizadas por quien la propuso.

Por último en este prólogo, si quiero dejar constancia que le reconozco gran valor la ciencia de la Administración Pública, para la cual se requiere capacidad táctica y estratégica (si pensaron en Benedetti, siguen mi línea de pensamiento). No obstante, en cuanto a la política, la misma no es más que el estudio de las formas de obtener y conservar el poder, o en nuestro caso, el control de las instituciones que manejan el poder público, especialmente el poder de exigir contribuciones (que es más importante en estos tiempos que el poder de reprimir que estuvo tan presente hace tan solo una generación). Francamente, en cualquier círculo político que nos desenvolvamos, no hallaremos más que eso, tácticas y estrategias para acceder al poder, o cuando se es muy débil, debilitar a quienes están en el poder. Es triste, pero incluso temas necesarios como, por ejemplo, la instauración de una red nacional de Salud Pública, son tratados como un mero condimento en el sancocho de descredito de la incumbencia. A lo sumo, podemos encontrar los siguientes desperdicios de nuestra mente cuando conversamos de política con incluso los más brillantes interlocutores:

1.      Intentos de divinar los oscuros designios de Leonel Fernández, Domínguez Brito, Danilo Medina y quien sabe cuántos otros actores de reparto que compiten por el Oscar de los periódicos independientes o de la oposición.

2.      Recuentos infranqueables de los actos de corrupción atribuidos al gobierno de turno, el cual, a la sazón, es el mismo que ha estado gobernando desde el 2004… ¿o no lo es? ¿O lo es? En este interminable debate nunca falta la interrogante: “¿A quién responde ______________ (insertar el nombre de toda figura pública o privada imaginable o por imaginar) ________?”

3.      Críticas a los partidos de la oposición, especialmente al partido escisivo que con pantagruélicos conflictos se ha descalificado para gerenciar el Estado, o bien a los minoritarios que con su hibris prefieren trillar solos la senda de la burla electoral en lugar de aunar fuerzas para destronar al “fenómeno” y a sus secuaces.

4.      Y, finalmente, cuando se conversa con personas activas en política, por más o menos ciertas que sean estas palabras, nunca falta la apología a la propia moralidad vis a vis la inmoralidad de aquellos en el poder ¡Incluso cuando se conversa con peledeístas! Nadie se escapa de ser vilificado si es para enaltecer la figura del denunciante, aunque, por supuesto, reconocemos que en estos momentos el senador Bautista es el blanco más apuntado.

En cuanto al fenómeno Leonel, no sabemos si que su nombre y hazañas ensucien la boca de todos le disgusta o le halaga, del mismo modo que un autor se halagaría ante las reproducciones piratas de sus obras. Lo cierto es sus sentimientos y pensamientos son un tema demasiado insulso para ocupar todo un artículo, por lo que más bien los utilizaremos para romper algunos esquemas.

Extractos de “El fenómeno Leonel”

Primera lección: Gobernar no es asunto de magia, sino de método, pero los dominicanos estamos muy cómodos con la magia.

Página 126.- “Resulta que el PLD gasta menos de un 10% de lo que gastaría cualquiera de los otros partidos, sencillamente porque los peledeístas usan métodos correctos y tienen formación ética y vocación de servicio. No hacen política a cambio de dinero ni de nada, y ello baja bastante sus costos. En el PLD todo se revisa o evalúa de manera sistemática; lo más importante es que no existe la impunidad, pues el que se corrompe en el PLD es expulsado sin contemplaciones. No como en el caso del Doctor Peña Gómez, que prometió expulsar del PRD a los miembros de su partido que se les probara  haberse corrompido desde el poder” (resaltado nuestro).

Decía Bill Mahler en su documental Regiliculous, que los religiosos tienen opiniones muy fuertemente arraigadas respecto a ciertos temas. No se trata de que conozcan el tema muy bien, sino que simplemente tienen opiniones muy férreas. Cuando en República Dominicana se toman decisiones de Estado, ¿Cuántas se discuten? Peor aún, ¿Cuántas se discuten con los datos en la mano?  Si existen la Oficina Nacional de estadística y el Ministerio e Planificación y Desarrollo, ¿por qué apelar a la intuición antes de la actuación? Porque la experiencia revela que las decisiones políticas serán bien o mal recibidas en la medida que  respondan a las opiniones de los afectados por la decisión.

Pongamos los siguientes ejemplos de los últimos grandes temas en la política nacional:

1)      Corrupción. ¿Cuánto se pierde en corrupción cada año? ¿Qué porcentaje de la deuda pública pudiera saldarse en caso de existir cero corrupción? Es excelente que se persiga a un corrupto, ¿pero está la gente feliz porque la recuperación de los bienes malversados por Félix Bautista significarían un ingreso no tributario no presupuestado excelente para las arcas nacionales?

2)      Educación. ¿Cuál es la diferencia cualitativa que se evidencia en el desempeño de los alumnos con relación a los fondos invertidos en una escuela?

3)      Salud. ¿Cuáles hospitales cumplen con el Reglamento General de Hospitales? Y de paso, ¿cumple un reglamento de 1999 con los estándares actuales?

4)      Criminalidad. ¿Cuál es la relación entre cuantía de la condena y tasa de no reincidencia del condenado?

5)      Frontera. ¿Cuáles son los puestos donde pasan la mayor cantidad de inmigrantes ilegales y donde se asientan?

6)      Transporte. ¿Qué porcentaje de la población utiliza vehículo privado y cuáles son sus hábitos de uso?

7)      Loma Miranda. ¿Después de haberse realizado 4 estudios de impacto ambiental, por qué es todavía un tema?

Incluso cuando hay datos, ¿qué respuestas genera? ¿Recuerdan cuando se rompió la compuerta de la Presa de Tavera? Dos estudios determinaron que hubo negligencia, pero ¿hubo culpables? ¿Recuerdan cuando un estudio de finales de 2013 del BM señaló a RD como uno de los países con mayor tasa de fertilidad adolescente del mundo? ¿Se han tomado medidas? El Diario Libre de hoy indica que la población dominicana es más adulta, ¿se traducirá esto en políticas pro envejecientes como acceso a medicamentos, rampas y ascensores en lugares de acceso público, etc.? Estos datos simplemente sirven para hacer titulares entre los medios que creen que están diciendo algo que a la gente le interesa, pero lo cierto es que a nosotros mismos no nos interesa, como explicaré más abajo.

El debate político como tal no da cabida a un lenguaje estadístico, excepto en términos de encuestas electorales porque el mensaje de los datos es de difícil absorción y requiere una reflexión posterior. Pertenece, más bien, al mundo de la Administración Pública, una vez las estructuras de poder se han asegurado, donde solo serán digeridos por tecnócratas que cuando se los presenten a sus líderes políticos con capacidad de ejecución, sabrán que reditúa más actuar de acuerdo a lo visible y a la opinión que en base a unos datos indiferentes para la población.

Como expresaba el profesor Julio Rojas en una de sus cátedras de derecho constitucional “Republica Dominicana: Improvisando desde 1844”.

Segunda lección: La masa tiene voto, pero más le valiera tener manos porque el que gobierna, en pocos casos que tiene oído y en ninguno tiene ánimos

Página 145. Extracto de discurso.-“El presidente de la Republica, aprovechando la autoridad y prestigio que le confiere el cargo, se involucrará de modo personal y directo en la solución de los más graves problemas que afectan al país, para que de esa manera se entienda que se ha establecido un gobierno sensible a las grandes penurias nacionales y dispuesto a colocar su oído en el corazón del pueblo para escuchar sus latidos y palpitaciones”  (resaltado nuestro)

Tres cosas lamentables suceden con la política:

1)      Quienes participan en política se acostumbran a seguir líderes, líneas, a sacrificar cosas nimias como “la verdad”, por ejemplo, por el beneficio del partido o del proyecto.

2)      Creyendo en el proyecto, los seguidores pierden la noción de responsabilidad personal. ¿Para qué elegir gobiernos si todavía tuviéramos que solucionar nuestros propios problemas? Lo cierto es que todo el mundo termina resolviéndose la vida, salvo frugales ayudas de la Administración.

3)      El político se vuelve un experto en oratoria, pero cada vez sabe menos de antropología, o peor aún, calla lo que sabe: que es imposible gobernar tal cual se promete, independientemente de lo que se haya prometido. Las funciones día a día del gobierno arropan tanto el quehacer de cualquier servidor público que, sumándolo a su vida privada y a sus funciones políticas, dedica poco tiempo en cambiar algo de lo que prometió cambiar. Existe la idea generalizada de que en el gobierno se trabaja poco, a excepción de los niveles bajos cuyo trabajo es intelectualmente deprimente, pero lo cierto es que se trabaja mucho (llenando la burocracia de cada día), lo que sucede es lo que sucede en cualquier trabajo privado, que se hace muy poco.

En política existe un mito de hombres infinitos, con corazones gigantescos que abrazan el alma de su pueblo. Todos los políticos hacen campaña según ese perfil, pero aparte de Gandhi, y no sé, Corazón Aquino, Nelson Mandela, Chaim Weizmann, entre muy contados otros, ningún ser humano llena ese perfil. Los seres humanos nos encontramos en perpetuo estado de alerta por cumplir con nuestros deberes percibidos y que una vez cumplidos, cuando se puede, nos sentimos muy cansados y merecedores de descanso. La vida diaria de un político con un cargo es idéntica a la de quien trabaja en una oficina: reuniones todo el día, constantes interrupciones, mucha interacción humana y proyectos que se adelantan perpetuamente en el calendario hasta que un supervisor nos pide cuenta y debemos sacarlos de la noche a la mañana y eso sin imaginarnos las largas horas de tiempo que se perderán en las disquisiciones de índole político que hablábamos al principio de este texto (¿“Danilo creerá que estoy aliado a él o a Leonel?”). Cualquiera de nosotros actuaria igual en un puesto público, cumpliendo nuestra labor someramente y llegando a casa donde nuestras familias a involucrarnos en las demás actividades que nos arropan el día, sin quedar satisfecho respecto a ninguna.

¿La solución? No la tengo. Este escrito es para evidenciar que estar en política es una pérdida, sino de tiempo, de neuronas. Propondría más formas de participación directa de la ciudadanía en aplicación del principio de subsidiaridad, por supuesto, cuando salimos del trabajo estamos tan cansados como los mismos políticos, ¿de dónde vamos a sacar fuerzas y ánimo para involucrarnos en la autogestión de nuestros servicios?

Tercera lección: Los candidatos electos nunca son aquellos con las mejores cualidades para dirigir, sino por los que ejemplifican valores que quisieran ver en ellos mismos.


Página 153.- “A sus adversarios les desconcierta que en tan corto tiempo el talento y el carisma del joven candidato haya concitado tanta simpatía y un fervor colectivo a todos los niveles y sectores de la sociedad. La identificación que esos sectores están expresando hacia la candidatura remozante de Leonel Fernández es una respuesta de adhesión a los postulados de gobierno tal como los viene explicando en sus múltiples intervenciones públicas el candidato del partido morado, que piensa como piensan los buenos dominicanos y quiere gobernar como anhela la gente, con una línea de acción afín a las necesidades cotidianas (resaltado nuestro)”.

Página 159.- “Entre los aspectos que la población votante toma en cuenta juegan un papel influyente el rostro, el carisma, el carácter, la intención y la expresión. La expresión es la forma en cómo se empleada la lengua en la comunicación. El Dr. Leonel Fernández, que es la figura fresca, nueva y remozante del próximo torneo electoral, además de los rasgos de su personalidad, le favorece el hecho de que emplea un lenguaje positivo, es decir, expresa lo que va a hacer, a favor de qué perfila su pensamiento, su actitud y su proceder”.

Es así de sencillo y los que están en política, por más inteligentes que lo sean, lo empiezan a sufrir en carne propia. Si no va nadie a una actividad, el candidato simplemente no vale la pena, porque no son sus cualidades, sino su posibilidad como opción de poder. En cambio, si el candidato atrae a la gente, si tiene carisma, seguridad y hasta buenamozura, entonces es meritorio del apoyo, del voto, del puesto. Como escuchaba en la película Young Mr. Lincoln “la gente está dispuesta a hacer en grupo cosas que le avergonzaría hacer por sí misma”.

No pienso expresar aquí que la sociedad en la que nos desenvolvemos ha caducado, que se ha vuelto superficial y vana y que no le importa su destino, porque no vive ni del pasado ni del futuro, sino del espectáculo del día a día. No es tanto así, sino que el sistema político siempre ha sido un gran comercio de la imagen y el comprador, sea quien sea, solo compra productos llamativos. Por supuesto que hay compradores conscientes, y así mismo hay votantes conscientes, pero su elección, madurada en conciencia, flaqueará en la medida que no encuentre sustento en la apariencia del candidato y, paradójicamente, en las posibilidades de triunfo del mismo. A la gente le gusta votar por el que va a ganar. Para muestra, un botón.

Página 160.- “Si a Leonel no le ha afectado, sino que le ha favorecido la acusación de que los reformistas lo apoyan, indica que la lucha no será entre liberales y conservadores, lo que en el fondo serpia una lucha de ideologías, y ya se ha dicho que en esta etapa del proceso histórico que está viviendo el mundo las ideologías no cuentan como cuentan otros factores sociales y políticos”.

Cuarta lección: La política es un ejercicio sin memoria

Página 166- “Transformar el Estado dominicano para que deje de ser un centro de repartición del botín y se convierta en un instrumento al servicio del desarrollo nacional, porque combatirá el flagelo de la miseria y la crisis energética, porque promoverá la educación y la salud de nuestro pueblo, porque rescatará la credibilidad del funcionario de nuestras instituciones democráticas; no podemos concluir este análisis con otra frase que no sea: LEONEL ES LO MEJOR QUE NOS PUEDE PASAR”.

Se ha dicho mucho que nadie muere en política. Si no basta con  el ejemplo local de Hipólito y Leonel, veamos casos como el de Alan García en Perú o de Daniel Ortega en Nicaragua, por mencionar los que tengo presentes. La memoria de los pueblos es como la de un hombre inmortal. No como la de un hombre viejo que sabe que un día morirá, y por lo tanto debe responsabilizarse de su vida, sino como la memoria de alguien para quien la muerte no es un tema. Como durante un tiempo inmortal le sucede a un hombre eventualmente todo, bueno o malo, éste ya no piensa ni en el pasado ni el futuro, sino que vive solamente el instante. Por tal razón, las campañas siempre se centrarán en los mismos temas, que son los leitmotivs de la política: bienestar de la gente, seguridad, prosperidad, justicia, felicidad. Ese discurso, provenga de quien provenga, es el único que tiene vigencia. Las situaciones coyunturales, como los sucesos de corrupción y la consecuente moralidad de quienes los denuncian no tienen cabida en la mente del hombre inmortal porque requerirán de hacer referencia a un pasado o un futuro que no importan.

Decía Ortega en la página 19 del prólogo para los franceses de “La Rebelión de las Masas”, que “es consustancial a las revoluciones el fracaso”. Mencionaba como la de 1789 dio lugar al Terror y la de 1848 dio lugar a Napoleón III y nosotros  podemos agregar ejemplos como la de 1917, que dio lugar las dictaduras de la Unión Soviética, la 1959 dio lugar a 55 años de gobierno sin alternancia (me disculpan los dolientes), la de 1966 que dio lugar a la maquinización del hombre en China, etc. La principal razón del fracaso de las Revoluciones es esperan del hombre algo diferente a lo que puede ofrecer. Prometen un cambio, un borrón y cuenta nueva, pero eso es imposible, pues los hombres siguen siendo los mismos hombres y ningún acto los cambia de manera sustancial, como si puede cambiarlos la costumbre.

Desafortunadamente los seres humanos somos ávidos de novedad y estamos ansiosos de tragarnos el cuento del cambio. Así como decía que los candidatos que ganan son los que responden a los valores que la gente quiere ver en sí mismos, los candidatos que prometen cambios, aunque se estén reeligiendo, son más propensos a ganar que aquellos que quiere construir sobre una estructura ideológica sólida.

A modo de conclusión, quero resumir los argumentos de porque la política es una ciencia estulta: Primero porque nos convierte en rebaños que adoran antagonizar con otros rebaños, segundo porque nos hace atender a lo que está en la cabeza de otros en lugar de cuidar nuestra propia cabeza. Tercero porque nos vuelve demasiados sensibles a la apariencia. Cuarto, porque nos da ideas erróneas acerca del ser humano y de nuestro papel en nuestra propia vida y quinto, porque nos motiva a formar juicios en base a anécdotas y no a datos o reflexiones profundas.

Por tal razón, amiga o amigo que me has dedicado estas horas, la próxima vez que alguien intente atraerte a las brumosas aguas del debate político, como decía Ortega, trata más bien de dirigir la conversación hacia “que es el hombre y la naturaleza y la historia, que es la sociedad y el individuo, la colectividad, el Estado, el uso, el derecho. La política se apresura a apagar estas luces para que todos estos gatos resulten pardos” (ver gatopardismo). No propongo cerrar los ojos al mundo ni ignorar “nuestras circunstancias”, sino más bien hacer un esfuerzo consiente de suprimir de nuestra vida todo lo que fomente nuestro embotamiento mental.

Abajo, una píldora.

Carl Sagan, sobre “Dios” y los “dioses