jueves, 28 de abril de 2011

¿Como podemos ser justos?

Seré breve. La virtud se adquiere a través del ejercicio y el hábito. Para ser justos hay que prácticar la justicia. Es decir, no esperemos que seremos capaces de tomar la decisión adecuada cuando se nos presenten las grandes cuestiones morales de nuestra vida si no empezamos en lo pequeño a tomar la acción más justa en cada momento.

La justicia es la única virtud que se preocupa de la conducta dirigida a los demás, por eso es la virtud social por excelencia. Para prácticar la justicia tan sólo debemos considerar a las personas con quienes interactuamos como actores del mismo juego de la vida en el que estamos involucrados, no como cosas que interpretar ni mucho menos medios para utilizar. Desde ese momento que nos ponemos en igualdad, debemos hacer como el amigo Kant y preguntarnos "esta manera en que estoy tratando a este sujeto, ¿me sentiria a gusto si constituyera una norma de conducta universal?". Si la respuesta es no, no te gustaria que todos actuaran de esa manera ni mucho menos en relación a tu persona, por supuesto colocada en las circumstancias propias de la acción que estamos analizando, entonces la acción, el comportamiento que exhibimos no cumple con los criterios de justicia.

Es una postura extrema la cual encuentra diferentes matices en su aplicación. Hay conductas que repulsan como el asesinato o que son demasiado valiosas como para prácticarlas con todos, como los abrazos, sin embargo, las reglas de la justicia tal como han sido expresadas en estos párrafos aplican perfectamente cuando dos sujetos autonomos interactuan en una situación neutra (relaciones comerciales casuales de comercio, servicios ocasionales como la atención telefonica, etc.)

Es dudoso que una persona considere que es justo robarle a los padres, pero no existe tanta vehemencia en afirmar que es impropio sobrepesar un poco las escalas al momento de pesar un producto o que es injusto parquearse en el espacio de fácil acceso reservado para personas con problemas de movilidad. Para ayudarnos a verificar la justicia o injusticia de tal acción existe la pregunta: ¿Nos gustaria que todas las personas de la tierra observaran frecuentemente esta conducta? En la respuesta encontraremos la justicia de nuestros actos.