viernes, 26 de noviembre de 2010

Breve frase muy ilustrativa

“Los Europeos confían en sus leyes, los Norteamericanos creen en sus jueces, pero en Latinoamérica, debido a nuestro pasado inmediato de desorden, tiranía y corrupción, todos tenemos nuestra esperanza cifrada en la Constitución.” Pedro Balbuena

Hagamos valer nuestra Carta Magna , símbolo de nuestra esperanza.

domingo, 21 de noviembre de 2010

Elogio a la Plutarquia

Politico de conciencia vacia
Hombre de estado fallido
Monigote de corazon sin latido
Lideras un pueblo de rumbo perdido

Una lacra que no merece el olvido
Basura inmunda en cuerpo de gente
Un desperdicio de aire indecente
Y asi, entre tanto indigente
Como te atreves a tomar robado
El pan del trabajo honrado
Como te atreves a llevar al poder
Al mismo que nos va a joder
Estoy tan quillado
A falta de una palabra propicia
Estoy enojado
Resquebrado y asqueado
Ante tanta malicia

Mataste al pais
Maldito ser corrupto
No tú, politico infeliz
Le hablo al votante abrupto
Aspero, violento
Asesino exento
Contra ti no tengo pruebas
Pero la culpa es igual de tuya

Rascate en cabuya
Pues eres peor que los cerdos
Que te largaras sin mirar atrás
Fuera tu acto más cuerdo

Vivo en un pais
Rodeado de maleantes
Lo diriguen los bandidos
Que representan los votantes
Los pueblos tienen los gobernantes
Que ellos mismos se merecen
y estos llevan a las masas
Al lugar donde pertenecen

martes, 9 de noviembre de 2010

No quiero más de lo mismo


No quiero más de lo mismo

Cuando veo la República Dominicana pienso en un gran y fallido estudio de la homeopatía: Basado en el acuñado principio de lo similar se cura con lo similar, siento a menudo como la clase política se renueva para reinventarse totalmente idéntica a como era anteriormente. Bajo este esquema, el pueblo está contento en ver perfilarse siempre las mismas figuras hasta que llegue el ocaso de alguna de éstas, momento en el cual surgirá el pupilo, el aprendiz o incluso el antagonista, quien con la misma estrategia de juego pretenderá demostrar que representa la diferencia.

Como ciudadano me pregunto por la posición geográfica de esa diferencia, cuando 20 años después, aun se implementa le mismo modelo funesto: Caravanas obstructoras del tránsito, afiches contaminantes del medio ambiente, espacios publicitarios millonarios que promocionan la buena gestión de los organismos del gobierno, lideres enriquecidos de movimientos pequeños, préstamos multibillonarios justo antes del proceso electoral, despliegues de fuerza, de romo y de ruido, desperdicio de dinero y de buen sentido y ni un solo debate, ni un solo estudio de lo que la población necesita (aunque si innumerables encuestas, todas falseadas), ni una sola simple intentona de aparentar que lo importante de la política es quien sabe manejar mejor el Estado, en lugar de quien sabe manejar mejor a las masas hambrientas y desesperadas.

“Política” en República Dominicana es un simple sinónimo de mercadotecnia nefasta y despilfarro indolente, así como “Gobierno” es ciertamente, un ente que vive para la política. ¿Por qué nunca parecemos avanzar, excepto quizás bajo el puño de hierro virulento de una dictadura? Porque es mejor nunca hacer nada, para mantener a todos contentos.

Yo espero en mi corazón que Francisco Domínguez Brito pueda llegar a presidente. ¿Por qué me gusta como candidato? Porque es joven, pero tienen experiencia, ha ocupado tres cargos importantes en el gobierno, de los cuales salió con honores, en lugar de salir abucheado como suele suceder. Porque es un intelectual, pero a la vez es un hombre de pueblo e iglesia, cuya madre es una profesora legendaria y cuya casa, a pesar de su papel como funcionario, siempre ha estado en el lugar peligroso donde más lo necesitan. Por último porque es un artista, un poeta y un actor de teatro y un joven con tanta sensibilidad social, lo peor que puede llegar a ser es abogado.

El seria la cara nueva que necesita la política dominicana, la bomba estruendosa de silencio sepulcral que caiga sobre el aparato decadente que ahora llamamos política local y demuestre que, por primera vez ha llegado lejos alguien cuya principal fortaleza es su honestidad.