Del
rol de las efemérides patrias en la cultura de la auto justificación
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Serie
“Opiniones”
La
opiniología es la audacia de pretender orientar el comportamiento de la gente
en base a prejuicios y preferencias del opinante. Yo no hago opiniología, solo
doy mi opinión, por favor, guarden sus piedras.
Como
aquí allende mares he tenido mucho tiempo para pensar, quisiera dejar plasmada
mi opinión sobre muchos temas, opiniones que he venido rumiando por un buen
tiempo, pero que he tenido pocos interlocutores para poderlas debatir. Este
pretende ser un mero artículo de opinión dentro de una serie de artículos
isobáricos y, por ende, las ideas que en él y en los siguientes exprese, están
sujetas a cambio.
Hoy,
día del natalicio de Juan Pablo Duarte me parece apropiado dejar un testamento
de lo que pasaba por mi mente a las 10:56 de la mañana, cuando debería estar
trabajando en mi tesis, pero deliberadamente me he abstraído porque ante el
deber preponderante, cualquier excusa generalmente nos parece más que válida.
Opinión 1: Del
rol de las efemérides patrias en la cultura de la auto justificación
A
menudo veo a algunos amigos “clamando redención” por la falta de mención en las
redes sociales de uno que otro acontecimiento histórico. Por mi parte, no
pienso que haya particular valor o gallardía en recordar cada efeméride, así
como tampoco adolece de particular sangre amarilla quien las olvida. Las
efemérides deben servir 3 fines (siempre que la creatividad me lo permita,
dividiré todo en 3 porque Alfredo Bullard dijo en la conferencia ALACDE XX,
celebrada en Chile que así la gente recordaba mejor lo que uno decía:
1)
Para cristalizar el evento pasado que forma parte la cultura común e imagen
propia de los afectados por la efeméride;
2)
para educar respecto al valor reflejado en la efeméride o valorizar a los
involucrados;
3)
para reflexionar respecto a la vigencia de la situación que la efeméride
refleja.
El
punto es que todos los días algo de trascendencia debió haber ocurrido en la
historia (recomiendo leer “Los hijos de los días” de Galeano), por lo que
pretender un doodle cada vez que vuelve a caer cierta fecha es un sinsentido.
Que exista una Comisión Permanente de Efemérides Patrias es para que haga lo
que dice su decreto creador, 36-97 y organice los actos oficiales. Ella busca
cumplir con las 3 funciones arriba mencionadas y la pregunta de sí lo hace o no,
está sujeta a la valoración de la ciudadanía. Respecto al resto de los
mortales, no entiendo que nos corresponda un rol más que pasivo, sin que ello
sea muestra de nuestra falta de conciencia ciudadana. Igualmente, un rol activo
en la recreación de la efeméride, aunque sea para ejercer la crítica contra lo
que ello representa, es una postura que en sentido abstracto tiene el mismo
valor axiológico que no recordarla. Levantarse de la cama con un pie u otro no
significa que uso sea mejor o peor persona y en esta metáfora, levantarse de la
cama representa ser un ciudadano responsable, respetuoso y comprometido, siendo
nuestro compromiso con las efemérides, una mera manifestación accidental de
nuestra personalidad.
Sin
haber leído el libro de Oppenheimer, “Basta de historias”, estoy en parte de
acuerdo con lo que le escuché decir en una charla en CNN, que me recuerda a
algo que leí en la “Rebelión de las masas”: basta de vivir en el pasado, o, al
menos, no basta el pasado para hacer
futuro. Conocer la historia pudiera ser incluso bueno “per se”, pero no es
un prerrequisito para ser buen ciudadano. De hecho, ni siquiera es una
característica indicativa de buen ciudadano. Yo diría que más patrióticos son
quienes tienen fe en el futuro de nuestro país (lo que es una verdadera hazaña)
que aquellos que reivindican un pasado que tiene poco de glorioso.
