domingo, 26 de noviembre de 2017

Canto del alma. Gaviota



Me hacía falta una libreta, así que cogí mi cuaderno de física de 4to de bachillerato (con Lebron James en la portada). Adentro, en una de las transantepenúltimas páginas, estaba este escrito. Ustedes sacarán sus propias conclusiones:

Canto del alma

Esta es la historia de un hombre solitario que vivía encerrado en un cuerpo de gaviota. Surcaba las costas del litoral, encerrado en su cansancio de alma vieja. Más viejo que todo; incapaz desde hace siglos de viajar más allá de las playas bien amadas. Tan anciano como el sol, más perdido que la luna en las noches de un invierno tropical, conocía cada gota del mar y cada grano de la arena y era tan libre como puede serlo un hombre apresado por su corazón. 

Antes que Cristo, antes que la palabra escrita, solía ser un hombre, igual de solo y maldito. Muerto por la mano de su hermano muerto, enterrado por la mano sucia de la tierra. Eterno pecador, ahora perpetuo pescador de truchas, no de hombres.