Algunos nos preguntamos si el Estado Dominicano es una compañia Norteamericana. No es una pregunta cínica ni tiene nada que ver con alguna visión entreguista que se pueda tener del gobierno. La duda surge debido a la insidiosa costumbre de las autoridades de estar reportando constantemente crecimiento tras crecimiento en el sector económico.
Un análisis critico de las declaraciones oficiales revela un tono apologetico y una profundización en datos, que aunque no falsos, demuestran ser ineficaces. Es imposible calcular "desarrollo", moneda corriente del siglo XXI con estandares como PIB per cápita (mucha riqueza, poca dispersión), tasa de analfabetismo (¿todo el mundo sabe leer, pero quienes están realmente educados?) y tasa de mortalidad infantil (Estos no son los años 1800 ¿Que tal tasa de mortalidad por dengue, contaminación, salmonelosis, inanición...?)
Tal es la mentira del discurso: proclamar buenas calificaciones bajo criterios superficiales.
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