martes, 14 de agosto de 2012

Foro desafíos y retos de la creación de nuevos municipios: Santiago Oeste, Baitoa y La Canela





Foro desafíos y retos de la creación de nuevos municipios: Santiago Oeste, Baitoa y La Canela

El pasado lunes 6 de agosto tuvimos la agradable oportunidad de estar presentes en un foro de discusión abierto en el Palacio de la Gobernación de Santiago a fines de discutir tres propuestas parecidas, pero no idénticas, de fragmentación de la ciudad de Santiago de los Caballeros. Las tres propuestas apuntaban a convertir al estatus de municipio a distintas demarcaciones de la actual ciudad: la primera siendo relativa al barrio de Cienfuegos, que pasaría a llamarse “Santiago Oeste”,  la cual fue propulsada por la diputada Altagracia González; la segunda comprendiendo el distrito municipal de Baitoa, siendo defendida por la diputada Magda Rodríguez y la tercera, relativa al distrito municipal de La Canela, apadrinada por el diputado Demóstenes Martínez.

Si bien el tema no deja de ser complejo, este artículo no pretende ahondar sobre los tecnicismos legales o logísticos propios de esa empresa, sino en la medida que fueron expuestos por expertos y autoridades presentes, dejando un pequeño a su escritor para que exprese su acuerdo o desacuerdo con algunos de los puntos planteados.

A modo de introducción, en cuanto al acto en si, el mismo contó con la presencia de autoridades edilicias, provinciales y distritales, como lo fueron el gobernador y el alcalde de Santiago de los Caballeros, quienes presidieron el evento, así como los susodichos diputados, regidores, alcaldes de municipios vecinos y líderes comunitarios. Por igual nos agraciaron con su presencia varios expertos en urbanismo, directivos del Plan Estratégico de Santiago y personalidades empresariales de la Región Norte. En cuanto al orden procedimental, después de los saludos protocolares del gobernador y el síndico –que por protocolares que fueran no dejaron dudas respecto a su opinión contraria a los planes de fragmentación– procedieron a tomar la palabra los arquitectos Domingo Matías y Julio Corral Alonso, quienes luego cedieron el turno a los diputados proponentes, los que no se dejaron intimidar por el rechazo de sus anfitriones y defendieron con vehemencia y argumentos sus controversiales propuestas. Luego fueron realizados cuatro comentarios más, de eminente carácter técnico, el primero a cargo de Ramón Céspedes, consultor del Plan Estratégico; el segundo por Hamlet Otañez; el tercero por Hipólito y Marcos Gómez del Plan de Ordenamiento Territorial y el último por Héctor Grullón Moronta. Para finalizar fueron permitidas 10 intervenciones de parte de los presentes, las cuales no podían sobrepasar los 2 minutos, pero que duraron en promedio entre 5 y 8 minutos, cada una. Todo lo anterior pretende ser resumido en este escrito para que el lector pueda familiarizarse con los interesantes planteamientos presentados. Procederemos de manera cronológica, pero a medida que se avance, omitiremos, sin la menor intención de reducir la participación de nadie, aquellos comentarios que correspondan a ideas antes desarrolladas por algún otro expositor. En lo adelante iniciaremos, quedando por agregar únicamente que a diferencia de otras actividades similares, fue muy poco lo superfluo y mucho lo sustancial que se expuso en las 3 horas de debate que duró el foro:

Domingo Matías por 15 minutos:

El arquitecto y sociólogo planteó las siguientes posturas:

1-      El llamado a autonomía es entendible por el manejo deficiente que los alcaldes hacen de los distritos y secciones alejadas del casco urbano, como es el caso hoy planteado.

2-      Ese mal manejo se fundamenta en que las autoridades edilicias no entienden que el territorio es integral y, por el contrario, continúan invirtiendo la mayor cantidad de recursos en el centro del municipio cabecera.

3-      La cura para estos problemas es la descentralización y desconcentración del manejo municipal. Este, añadimos nosotros, es uno de los objetivos perseguidos por los poco valorados y casi nunca ejecutados presupuestos participativos.

4-      Ninguna solución puede alcanzarse mediante la posterior fragmentación de los ya de por si numerosos municipios del país (136 según la página de FEDOMU: http://www.fedomu.org/municipios/), porque mientras más municipios haya, más pobres estos serán, ya que gran parte de sus fondos se destina a pagar empleados y representantes, lo que reduce sustancialmente las arcas municipales y dificulta la inversión en los servicios. Con este postulado concordamos y somos de opinión que cabildos pequeños no pueden costear los servicios mínimos que a cada municipio le corresponde como: basura (incluye recogida, depósito y tratamiento), planeamiento urbano, catastro, ornato, vialización de caminos, etc. La fragmentación ocasionaría que todas esas capacidades concentradas en un municipio, se dispersen en varios.

5-      Desde que la ley municipal (no ésta, sino una anterior cuyo nombre no recuerdo) planteó porcentajes del presupuesto nacional para los ayuntamientos (actualmente 10%), inició en el país una tendencia acelerada de creación de municipios que no obedecía a criterios técnicos, económicos o políticos serios, sino a intereses espurios. Por el semblante del arquitecto, puede inferirse que éste parecía entender que tal era el caso respecto a los proyectos a presentar.

Julio Corral Alonso por 12 minutos:

El expositor abrió con la lapidaria aseveración de que los municipios no proveen oportunidades de mitigación de la pobreza porque carecen de medios para incidir sobre las fuentes de creación de las riquezas. Los empleos que son capaces de crear no generan excedente ni se benefician de la plusvalía, sino que como mucho, las tareas del ayuntamiento se limitan a administrar la riqueza del municipio, pero a un costo, a fin de sostener su aparato administrativo.

Por otra parte, el arquitecto destacó que el crecimiento urbano en RD ha disminuido sustancialmente y que la economía netamente informal o de subsistencia es la practicada por el 70% de la población del área. A su entender, estos factores desmotivan la creación de nuevos municipios, pero lo hacen por razones muy técnicas que nuestro oído lego fue incapaz de captar, teniendo que ver con la manera y los motivos por los cuales las personas se desplazan hacia y desde los núcleos urbanos.

Terminada la exposición de los arquitectos, tomaron la palabra los representantes de las propuestas fragmentarias.

Altagracia González:

La diputada cedió el micrófono a Hipólito Martínez, secretario general del proyecto Santiago Oeste, quien habló durante 12 minutos. Resulta que no más hizo el Sr. Hipólito tomar el micrófono para que se provocaran aplausos evidentemente, por su efusividad y frecuencia, provenientes de agitadores clientelares de aquellos que persiguen a nuestros políticos con el único fin de llamar la atención e iniciar vítores en su nombre. Ahora, en cuanto a su exposición, debemos admitir que nuestra postura personal se encontraba prejuiciada, coincidiendo en su totalidad con la del arquitecto Matías, pero recordando las palabras del ecologista, excursionista y educador Oscar Cañizares: “generalmente estamos esperando la ocasión que nos de pie para decir lo que queremos, sin antes hacer silencio y escuchar a nuestro interlocutor”, lo cual, aparejado con la enseñanza bíblica de que la mayor sabiduría, y así lo solicitaba Salomón, consiste en un corazón que escuche (1 Reyes 3:9), pues decidimos oír al discursante y escuchándolo pudimos percatarnos de una comunidad olvidada por las autoridades, pero que no para de crecer desproporcionadamente. Cienfuegos tiene más de 200,000 habitantes, más que cualquiera de las cinco provincias menos pobladas del país, y el cabildo de Santiago no le presta la debida atención. En la actualidad cuenta con 8 avenidas y un solo semáforo, averiado para colmo, cero mercado público, cero catastro, cero ornato, cero drenaje y sobretodo, decenas de presupuestos participativos que han quedado sin ejecución.

No obstante, los argumentos del corazón no pueden sobrepasar los de la razón cuando se trata de acciones tan trascendentes como la separación de un pedazo del territorio urbano. El Sr. Hipólito no fue ambiguo y expresó que Cienfuegos, o el grupo que él representa, querían separarse y formar un municipio. Demostró poseer una buena visión y plantear soluciones para acabar con las admitidas arrabalización y miseria que plagan la zona, pero arguyó carecer de los medios, los cuales, a su entender, aparecerían con la generación de miles de puestos de trabajo y sus correspondientes tasas, que resultarían de la municipalización del área. Sin embargo, a pesar de que Cienfuegos es una tragedia propiciada principalmente por desacato al planeamiento urbano, tanto de parte de la Administración que no ejecuta ni supervisa ni fiscaliza, como de los habitantes que construyen ilegalmente, lejos de los suelos aptos y de las redes de servicios públicos, el proyecto de Santiago Oeste no presentó ninguna prueba que relacione la creación de un municipio con la solución de las carencias que agobian la zona. De hecho, es la postura de la mayoría de arquitectos presentes que la escisión de la Cienfuegos agravaría el problema. Recordando que la ciudad de Nueva York, cuya área metropolitana cobija a más habitantes que a nuestro país completo, quisiéramos hacer los siguientes señalamientos:

  1. Primero, es indiscutible que los proyectos de servicios tienen menor costo y mayor viabilidad a la medida que aumenta el número de beneficiarios. Dentro de las limitadas funciones de los municipios, sin tamaño y recursos suficientes es imposible invertir en obras de construcción o trazar planos congeniados de expansión municipal y mejoramiento de los servicios.

  1. Segundo, han sido los políticos –­­­los cuales son todos iguales– quienes han arrebatado a nuestras instituciones su funcionalidad, por lo que la creación de más puestos políticos (según el artículo 201 de la Constitución, sólo pueden ocuparse puestos representativos en el gobierno, incluyendo el local, si se es postulado por un partido político), solamente traería corrupción y pérdida de protagonismos de los liderazgos comunitarios, eso sin hablar de cómo los gastos extra reducirían los ya escasos fondos que la sección devenga.

  1. Tercero, si bien el trabajo de los representantes es velar y dolerse por la población, ello no puede implicar complacer ciegamente sus pedidos desarticulados, sino aportar criterios de eficiencia y factibilidad a los reclamos populares. Las razones que motivan el anhelo fragmentario están basadas en la quimera de la independencia funcional de los municipios, pero lo cierto es que instituciones cuyo principal ingreso proviene de una partida de una partida del presupuesto nacional (la cual nunca alcanza el porcentaje mandado por la ley y que es administrada por una institución politizada e innecesaria como es la Liga Municipal) no puede subsistir sino creciendo territorial y poblacionalmente para ser merecedora de mayores porcentajes del presupuesto y adquirir poder político.

  1. Cuarto, los síndicos de Santiago, especialmente en los últimos años y los líderes cesionarios de distintas comunidades nos están robando, en razón de sus diferencias, el sueño de un Santiago grande, autosuficiente y capaz de reclamar atención al gobierno central, el cual siempre lo ha dejado en el olvido. Es obvio que en esta lucha geopolítica cada fragmentación es una pérdida en la causa reivindicativa de la región.

Lamentamos, paciente lector, la manera extensiva en la cual expusimos argumentos propios. Para continuar el recuento del foro destacamos que a Cienfuegos procedió Baitoa, a cargo de la diputada Magda Rodríguez, quien habló durante 8 minutos:

No hay muchas cosas que señalar respecto a esta ponencia, excepto reclamos similares a los de Cienfuegos. Por igual dejó dicho la diputada que la ley 176-07 señala requisitos mínimos para elevar un distrito municipal a municipio y que entiende que Baitoa los satisface, por lo que procedería su iniciativa si fuese elevada en la siguiente legislatura. Por último, cabe destacar que el síndico Gilberto Serulle se le percibía un poco apesumbrado mientras su colega en medicina tranquilamente exponía su caso.

Por último, el licenciado Demóstenes Martínez quien habló durante 12 minutos:

En apoyo de la propuesta de La Canela como municipio el licenciado arguyó lo siguiente:

1-      La Canela merece ser municipio. Después de 18 años desde su constitución como distrito municipal, La Canela es hoy mayor de edad y ha crecido consecuentemente, alcanzando el tamaño legal para la municipalidad.

2-      Sus habitantes se sientes caneleros, no Santiagueros.

3-      Tener un síndico significa tener un doliente con peso político para ser escuchado. En lo relativo a este punto, no podemos dejar de resaltar que mientras el diputado  lo expresaba, comentaba a la vez como él había tenido que “llevar de la mano” al síndico de Sabana Iglesia hasta la Cámara de Diputados para que pudiese reclamar en nombre de su municipio, lo que evidencia una contradicción argumentativa.

4-      Otros ejemplos como el mismo municipio de Sabana Iglesia y el de Puñal atestiguan la felicidad que brinda a la comunidad alcanzar la dignidad de municipio.

5-      Cómo no podía faltar, surgió el reclamo de que La Canela se encontraba en el olvido por parte del alcalde, pero que en su caso, esta exitosa comunidad seria capaz de generar recursos suficientes para su autogestión, con tan sólo poder gozar de los arbitrios municipales.

6-      El estatus de municipio permitirá al pueblo gozar de una oficialía del estado civil, no teniendo entonces los habitantes que declarar a los hijos en Santiago.

7-      La proclamación del municipio de La Canela no tiene por objetivo crear puestos políticos porque siendo un distrito municipal, ya tiene un director y cinco vocales, por lo que sería sólo cuestión de cambiarles los nombres a “alcalde” y “regidores”, sin necesidad de crear puestos nuevos.

Corresponderá al lector evaluar la fuerza de los anteriores argumentos. Por nuestra parte, somos de la opinión que los tres expositores hicieron el mejor papel que podían haber hecho, despertando la conciencia de los presentes. No obstante, los intereses que defienden la cohesión de Santiago de los Caballeros tampoco fueron ambiguos en sus intervenciones, como podrá el lector apreciar por los comentarios de los siguientes cuatro comentaristas:

Ramón Céspedes por 5 minutos:

El ingeniero comentó que se encuentra triste porque ve en esta campaña fraccionaria una búsqueda de culpables, no de causas y entiende la separación como una solución reactiva a un problema estructural: la ley es incumplida de raíz. Para él, lo inteligente no sería romper, sino hacer funcionar lo que tenemos y para eso debemos aprender a escuchar y actuar acorde a lo que escuchamos que el otro quiere y necesita.

Hamlet Otañez por 9 minutos:

Ve en el crecimiento desorganizado de la ciudad un verdadero inconveniente en la provisión de servicios y entiende que si ahora mismo el planeamiento urbano es deficiente (áreas invadidas, desaprovechamiento de suelos fértiles, urbanización desorganizada que produce hacinamiento…) sería mucho peor si en lugar de una institución fueran cuatro las que controlen una misma zona de servicios, porque ello ocasionaría una atomización de la autoridad que impediría una correcta gestión de servicios.

Hipólito y Marcos Gómez por 13 minutos:

Estos arquitectos del Consejo para el Desarrollo Estratégico de Santiago (CDES) presentaron el proyecto de desarrollo elaborado para el área de Santiago, el cual aseguraron a los diputados presentes que había sido formulado considerando los intereses  de sus respectivas comunidades. Esperamos, por nuestra parte, que esa “consideración” haya sido de carácter participativo, consultando a los representantes y habitantes de las áreas programadas antes de idear su proyecto. En cuanto al contenido de la exposición, la misma refuerza con datos técnicos todo lo dicho anteriormente por los otros expositores relativo a la inviabilidad de la fragmentación.

Héctor Grullón Moronta por 8 minutos:

El exalcalde de nuestra ciudad dedicó su tiempo a exponer algunas razones legales por las cuales los distritos y la sección aspirantes no podían elevarse hasta la municipalidad. A fin de no abundar, señalamos que los mismos están contenidos en el artículo 27 párrafo de la ley 176-07 e incluyen, aparte de todo, un plebiscito en el cual entiende no debe consultarse sólo a las comunidades que pretenden separarse, sino a todas las comunidades que son afectas territorialmente por esa separación.

Por último, el maestro de ceremonias abrió el foro para 10 “breves” intervenciones, las cuales, como mencionábamos al principio, oscilaron entre los 5 y 8 minutos. Para cerrar este artículo con prontitud, solo transcribiremos aquellas ideas no expresadas con anterioridad.

Profesor Víctor Burgos: “Donde hay gente es que hay poder”. La tendencia es de la representación a la participación y esta fragmentación permitirá una participación más directa que involucre a la comunidad en las decisiones que le afectan, lo cual revitalizaría nuestra democracia, que tan en descrédito ha caído.

Representante de APREDE: “Este proyecto se basa en la falacia de que los ayuntamientos resolverán los problemas de los servicios públicos y crearán negocios”. En sus palabras, esta es sólo una de muchas las falacias defendidas por los promotores del proyecto sobre las cuales no existe relación certera de causa-consecuencia.

Representante de la Fundación Solidaridad: Este cisma no es poca cosa, sino que afecta a todo Santiago y si como decía el exalcalde Grullón Moronta, debe hacerse un plebiscito no han de votar únicamente los habitantes de las comunidades cesionarias, sino todos los que serán afectados por la acción, es decir, toda la población de Santiago de los Caballeros y si se aprueba, quedaremos fragmentados en todos los municipios que la sociedad entienda necesarios: Gurabo, Santiago centro…

Finalmente, después de algo más de 3 horas se dio por concluido el foro. Aunque hemos tratado de recolectar todas las ideas expuestas esa mañana, no existen palabras para transmitir el drama humano de impotencia, arrepentimiento, perplejidad y simple animosidad que se vivió en ese salón repleto hasta el tope de toda clase de historias. Es ciertamente provechoso que esta actividad haya tenido lugar, especialmente porque se habló con toda sinceridad y aunque nuestra postura personal se inclina hacia la consolidación municipal, no la fragmentación, nos sentimos felices de haber presenciado esta puesta en alerta para nuestras autoridades edilicias: si no hacen su trabajo, tarde o temprano optaremos por prescindir de ustedes.


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