domingo, 2 de enero de 2011

Responsabilidad, un asunto de vida.



El trabajo dignifica al ser humano. Alguien sin una tarea, sin un propósito o dificultad por superar se invalida gradualmente hasta quedar intelectual y físicamente muerto. Por esto las responsabilidades, esas que se nos son entregadas desde temprana edad y que deberían ir en aumento conforme nuestro desarrollo, son las que impulsan nuestra existencia.

Y aquí un detalle que no comparto con el sistema, pues hoy en día gente con más capacidad, mayor preparación y libertad de pensamiento, vidas menos mitificadas y culturas más conectadas somos movidas a una “Parálisis existencial”, una desmotivación y falta de carácter para enfrentar el compromiso que nos lleva a querer todo listo y servido, con el menor esfuerzo posible. Como decía un amigo _Nos levantamos de la cama porque hay una necesidad_ talvez una muy básica como comer, bañarnos y salir al mundo. Pero cuando hacemos que esta necesidad por pequeña que sea, se anule o sea suplida por fuerzas externas y hasta deshonestas, se lleva consigo todo accionar y perdemos el sentido de nuestro propósito.

Es preocupante el deseo desmesurado de riqueza, de acceso fácil he inconciente (tanto a los alimentos como a los artículos), el surgimiento de ciudadanos que no conocen su cultura pero bien profesan y consumen las ajenas; y más preocupante la idea de que nuestro fin como sociedad y personas concientes tenga un objetivo tan vacío como el de simplificarnos la vida o talvez la de nuestros hijos, a un nivel tal donde se va perdiendo toda motivación e ingenio individual.

Hay que cuidarse de no terminar con un país repleto de ignorantes disfrutando de comodidades importadas mientras sus tierras, sus industrias y sus bolsillos se destruyen. Tengamos cuidado de no cultivar una generación de corta memoria que olvide las luchas por libertad, las campañas y movimientos a favor del ser humano, nuestra larga historia de sacrificio…porque como para entonces estaría resuelto simplemente no les será necesario conocer su pasado, pero ojo la historia cambia y a menudo se repite, entonces ¿con que contarían esos vulnerables e incompetentes individuos para vencer los propios desafíos de su época?

Para no desviarme del comentario y finalmente diciendo que lo quería, agradezcamos que aunque vivimos en un país de grandes injusticias y una larga lista de asuntos por resolver, esto es lo que justamente da sentido al esfuerzo, a nuestras profesiones, a nuestro trabajo… pues todavía quedan leyes por promulgar, barrios por planificar, enfermedades por investigar, espacios para diseñar y muchas otras Dificultades que en realidad son grandes oportunidades. Construyamos un futuro más seguro y saludable, pero no dependientes de potencias y mandatarios poco francos sino usando ese mismo impulso innato que nos hace levantarnos de la cama cada día y que si ejercitamos serviría para realizar el cambio que tanto necesitamos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario