jueves, 30 de septiembre de 2010

Un cubano le canta a Duarte

Es un viejo novio de remendadas velas,
Navegando en la ruta de las tres carabelas.

Y acodado en la de ese viejo navío,
Con los ojos abiertos, sueña un joven sombrío.

Noches de luna llena, tardes de cielo gris;
Pero a él sólo le importa que vuelve a su país.

Y que siente en su rostro la huella de un ultraje
Por aquel pasaporte con que emprendió el viaje.

Allá atrás, en la bruma, donde todo es lejano,
dejó en las nobles aulas los signos de su mano;

Allá, donde la gente se asoma a las ventanas
Sin ver nunca el desfile de las tropas haitianas.

Allá atrás, en la bruma, quedó tal vez un beso.
Tal vez. Pero a él le importa solamente el regreso.

Y qué más da la espuma que salpica la borda,
Ni el golpe de las aguas con su música sorda,

Ni el rayo que rubica de pronto el firmamento,
Ni el misterioso pacto del capitán y el viento.

Aquel joven regresa con los ojos seguros
De quien entra a una cárcel para romper los muros.

José Angel Buesa

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