Del comercio de la necesidad y la opinión
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This is horrible man,
horrible, horrible horrible. This is horrible man. How can you live with
yourself? With your hideous dissonance? With your conspicuous incongruity? This
is too horrible, man.
Erick Stern pensando en la
hipocresía de la vista gorda
Hay
pocas cosas tan molestas como la presión de deberes contrapuestos. Ni siquiera
hablo de deberes antagónicos, como los que enfrenta quien es compelido por un
familiar a asistirle desde un cargo público.
Me refiero a deberes meramente contraproducentes, donde el uno anula al
otro, pero por la tangente, de modo que la elección de uno te deja el mal sabor
de la renuncia a lo que todavía quieres.
El
ejemplo clásico es poco tiempo para muchas cosas. Comprenderán los amigos
litigantes lo que es tener mañana una audiencia de medida cautelar, hay que
prepararse. Comprenderán por igual lo que es tener que sacar para mañana una
demanda. Comprenderán por último la imperiosa necesidad de tener listo en la
bandeja de entrada de tu jefa un contrato de cuota litis listo antes de partir
para la audiencia. Si le añades a eso que son las 9:39PM del 23 de junio de
2015, ya puedes figurarte lo necio que resulta mi deber: Renunciar al trabajo
para denunciar un crimen más grande que cualquier otro, el crimen perpetrado contra el indefenso, el sistemáticamente
indefenso.
Me
cuenta mi amigo Frítele, haitiano, quien trabaja cerca de mi casa, a quien le dí
una mano con los papeles para la regularización, una situación penosísima, que
me gustaría que alguien pudiera comprobar y llevar a los medios
correspondientes. Mi amigo se regulariza en San Cristóbal, en razón de su
residencia. El centro donde le toca asistir solamente recibe 200 personas por
día, 200 POR DIA. El solicitante
llega en la mañana (a las 5 de la mañana ya están tomados todos los puestos). Las
personas que llegaron de madrugada reciben un turno, que es un mero papelito de
turno, y con la mirada ausente de las autoridades, se los venden a aquellos que
como trabajan, no pudieron estar allá a las 2 o 3 de la mañana. El precio
empezó a DOP 200. Mi amigo me dijo que hoy querían cobrarle DOP 500.
Como
se habrán imaginado, hay gente que va todos los días, saca un número, lo vende
por un equivalente a lo que ganaría en un día de trabajo y vuelve el día
siguiente a hacer lo mismo. Por esta mafia y por la irrisoria cantidad de
personas recibidas, muchas personas se quedarán sin regularizarse.
Si
este peaje adicional que deben pagar individuos que son fantasmas del sistema,
no les pareció lo suficientemente escandaloso, escuchen bien cuánto cuesta
regularizarse para una persona que tiene relativamente sus cosas en orden:
1-
Certificación
de bienes (una nevera, estufa, etc.). Gratis si el comercio te ayuda.
2-
Contrato
de celular. Gratis
3-
Declaración
jurada del empleador. Gratis
4-
Notariada.
DOP 500 si el notario te ayuda
5-
Legalizada
en procuraduría. DOP 600
6-
Contrato
de alquiler. Gratis
7-
Notariada.
DOP 500 si el notario te ayuda
8-
Legalizada
en procuraduría. DOP 600
9-
Carta
de la Junta de Vecinos. DOP 500
10-
Notariada.
DOP 500 si el notario te ayuda
11-
Legalizada
en procuraduría. DOP 600
12-
Papel
de buena conducta. DOP 600
13-
Acto
de notoriedad de buena vecindad. Gratis si la gente es buena y te firma
14-
Notariada.
DOP 1,000 si el notario te ayuda
15-
Registrada
en el Registro Civil. DOP 200 en el Distrito Nacional
16-
Compulsa.
DOP 1,000 si el notario te ayuda
17-
Legalizada en procuraduría. DOP 600
18-
Acta
de nacimiento de los hijos nacidos en el país. DOP 400
19-
Legalizada.
DOP 300
20-
Acto
de notoriedad de buena vecindad. Gratis si la gente es buena y te firma
21-
Notariada.
DOP 1,000 si el notario te ayuda
22-
Registrada
en el Registro Civil. DOP 200 en el Distrito Nacional
23-
Compulsa.
DOP 1,000 si el notario te ayuda
24-
Legalizada en procuraduría. DOP 600
25-
Cada
viaje que debes dar para buscar cada una de esas cosas. Priceless
Según
mis cálculos, el precio que debe pagar un extranjero irregular para subsanar su
situación es aproximadamente DOP
10,700.00. Por favor tomar en cuenta que este precio es posible solamente
si tienes a un amigo abogado que te redacta todos los actos, los notarios que
conoce le dan un buen precio y que tiene mensajeros en su oficina que van todos
los días al Banco de Reservas, a Procuraduría y al Registro Civil, a fin de no
incurrir en costos por ninguno de estos conceptos. Aun bajo esas condiciones tan
favorables, el tiempo estimado de completar toda la documentación es un mes.
Lo
peor de todo es que la mayoría de personas en República Dominicana, aunque sean
nativos con todos sus papeles en orden:
1)
Ganan menos de DOP 10,700.00 AL MES. ¿Cómo vas a poder pagar ese dinero si el
salario con que cuentas para vivir durante todo el mes, es menos que eso?
2)
La mayoría de personas en situación de irregularidad no tienen un amigo abogado
que cumpla con las anteriores características y
3)
La mayoría de personas que se quieren regularizar tienen un empleo y
precisamente por eso, les es imposible salir a echar el día entero para
intentar legalizar un documento, registrarlo, ir donde el notario, donde el
abogado, ir a la oficina del Plan a que te extorsionen, etc.
Súmele
a lo anterior un gobierno que atiende solo 200 personas por día, SIN GARANTIA
QUE ESE DIA TE RESUELVAN y donde opera una mafia que te sigue chupando hasta la
última gota. He ahí la respuesta de porque el Plan no ha arrojado los resultados
numéricos esperados.
Es
evidente para todos que el Gobierno Dominicano ha fracasado. Era de esperarse,
es algo cotidiano. El Plan no logró ninguno de sus dos objetivos:
1) Por
ser tan negligentes y desorganizados, no pudo legalizarse casi nadie (recuerde
la noticia de que los casi 300,000 expedientes recibidos, solo un 5,000
personas pudieron depositar sus papeles completos y el resto tiene un plazo de
45 días para completarlos[1])
y
2)
Por insistir en un Plan que sabe que no funciona, sigue generando el encono de
la comunidad internacional.
¿Saben
qué? Evaluando los dos fracasos, concluyo en que ¡screw los extranjeros que opinan que República Dominicana actúa en
base a una agenda racista e inhumana! ¿Qué rayos saben ellos si no han puesto
ni los 30 pesos de un sello para ayudar a un haitiano a regularizarse? El
gobierno dominicano debe procurar que el Plan de Regularización agrupe a la
mayoría de extranjeros posible. No puede establecer un sistema tan estricto que
nadie pueda regularizarse, porque eso sí sería actuar de manera inhumana e
insensible.
Finalmente,
queda la pregunta de miles de millones de dólares: ¿Cuántas ONG internacionales
han ayudado a los haitianos en situación irregular en la República Dominicana a
regularizarse? No lo sé, es una cifra que ni siquiera ha sido calculada.
Estoy
seguro que si el aporte fuera de trabajo y no de opiniones, amén de la
obsolencia programada de todo lo que hace el gobierno dominicano, el Plan
Nacional de Regularizaciones pudo haber sido un éxito. Claro, esa es una
opinión mía, en el mar de miles de opiniones, pero en mi afán de siempre
consultar, debo preguntarle: Aunque usted crea que nunca debió existir el Plan
Nacional de Regularización, aunque esté convencido de que a todos los haitianos
nacidos en RD había simplemente que dotarlos de cédula y que a todos los
extranjeros residentes debió dársele un carnet de residencia, no piensa que si aquel
a quien de verdad le duele la miseria ajena hubiera gastado su tiempo
redactando actos de notoriedad, en lugar de propagando campañas de descredito
en las redes sociales, no hubieran podido inscribirse todos los irregulares que
lo hubieran querido? ¿Qué opina usted?
P.S.
Son
las 11:33PM y tengo mucho sueño y hambre. Al caño con la audiencia, demanda y
contrato.
[1] Rodríguez,
Jaime Luis. “Tiempo demostrará Plan Regularización fue un fracaso” Periódico Digital
El Grillo, 19d de junio de 2015. Disponible en http://elgrillo.do/el-tiempo-demostrara-que-el-plan-nacional-de-regularizacion-de-extranjeros-fue-un-fracaso/.
Consultado el 23 de junio de 2015
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarNo contaste qué pasó con tu amigo Frítele..
ResponderEliminarJejeje. Por una terrible negligencia, nunca revisé si alguien había comentado. Fritznel Saint Jean, a quien el correcto bautizó con un apelativo culinario, obtuvo su permiso de residencia. Hoy en día, porque abandoné el país, no sé que ha sido de él.
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