Populismo de derecha. ¿Contradicción terminológica?
Tomado de un libro de ciencia ficción alemán: https://www.gutenberg.org/files/50770/50770-h/images/019_h046.jpg |
Hoch
oben raten ob sie bald die Sterne kommen hören. Sterne die herabstürzen und von
der Finsternis verschluckt werden. Ein Stern leuchtet, ein gelber, und ist doch
die Erfindung der Finsternis
Paul
Celan
Allá arriba,
adivina si acaso pronto oirán caer a las estrellas. Estrellas que se precipitan y
son tragadas por la oscuridad. Una estrella brilla, una amarilla y es, de
hecho, el origen de la oscuridad.
Paul
Celan
Debería estar
haciendo muchas cosas. Debería. El término me tiene cansado, literalmente
cansado. Ahora duermo más a deshora aunque menos en total, desubicado en los
laberintos de la cotidianidad plástica que recubre las vidas paralelas que
atraviesan océanos y husos horarios. Son las 10:20 PM y mañana tengo que
trabajar en Inditex desde las 5AM, pero no tengo sueño porque dormí 3 horas en
la tarde y he arruinado cualquier chance de reposar sanamente (con ese reposo
que genera ondas beta en el cerebro, si es que eso es cierto). He decidido que
como no he podido encontrar trabajo de abogado en Alemania (por ello los
trabajos precarios con firmas tercerizadoras que me envían a Inditex a recibir
cargamento y a Medpex a recibir medicamentos) que voy a no perder el tiempo y
prepararé mi propuesta de doctorado para irme este año a Hamburgo, eso si
consigo entrar a la Universidad, eso si consigo la beca del DAAD. El tema, como
podrán imaginar, es “El impacto de la liberalización del comercio en la
política fiscal nacional. Una comparación entre el continente Europeo y el
Americano” (working title). Pienso
escribirla en inglés, no en alemán, básicamente porque el alemán no me da para
escribir una tesis (ni siquiera un poema decente, pero para eso tampoco el
español) y porque nadie habla alemán a excepción de los empleadores que no se
han querido arriesgar conmigo….
Lo anterior,
me disculpan, era un desahogo y una especie de mojón (saben a lo que me
refiero, un milestone), para cuando
lea estos artículos de viejo y publique un libro llamado “Pensamiento crítico y
filosofía moral. Reflexiones de un vagabundo intelectual”. Pasemos ahora al
tema, el cual, lamento decir, trataré brevísimamente porque quiero terminarlo
hoy y seguir estudiando alemán.
La razón por
la que escribo este artículo es únicamente para publicar esta frase de Paul
Celan que no encontré en ninguna parte del internet y merece ser conservada.
Según vi en un documental,
Celan era un judío askenazi nacido en el Reino de Rumania, en la ciudad de Chernovtsi donde las calles se barrían
con rosas y había más librerías que tiendas de pan. Su ciudad pertenece hoy a
Ucrania y en el 38 Celan se fue a Tours a estudiar medicina, escribiendo en una
carta a, creo que su madre, la frase que arriba les transcribí y traduje. No sé
realmente quien era Celan y la mayor parte de su poesía no es de mi agrado (muy
tétrica, ¿pero quién lo podría culpar?). Leí su nombre por primera vez en el
poema Historia
de un vasco llamado Felipe Juaristi que tradujo al vasco los poemas de Celan y
al castellano los poemas propios. Yo intentaba encontrar una frase en vasco
para ponerla en la tarjeta de felicitaciones de una pipa que le envié al
prometido de la mejor amiga de una novia que tuve en invierno y que la pobreza
y discontinuidad del verano ha mantenido muy lejos. El tipo no fumaba, pero
tenía aspecto de que le sentaría bien una pipa. Agradeció el obsequio, pero
nunca mencionó el poema, por lo que pienso que no le gustó o no lo leyó. Este
pequeño suceso demuestra la gran y única diferencia sustancial entre hombres y
mujeres que he descubierto en 28 años de vida: Las mujeres aprecian los
regalos, pero atesoran las tarjetas. Me imagino que es porque saben que “la
muerte de la carne no coincide con la muerte de las palabras”. Los hombres,
aparentemente, son casi todos marxistas.
Pues, la frase
de Celan me pareció digna de rescatar porque esa es la tragedia de la guerra,
una oscuridad que devora las estrellas y no permite a lo bueno brillar con su
verdadera luz. La estrella de David se convirtió en una sentencia de muerte,
así como hoy en día se le llama nacionalista a los movimientos que quieren
acabar con los valores que permiten conformar y mantener una nación; así como se
le llama antiglobalización a los movimiento que quieren llevar a cabo una internacionalización
de la economía que sea justa y benéfica para todos. Todo parece ser nombrado
como lo que no es. Coincidencialmente, y esta será mi última desviación, la
forma en que decimos las cosas tiene una importancia suprema en quienes somos y
en quienes nos convertimos, trascendiendo el tiempo y del espacio, afectando a quien
las emite y las recibe. Quiero compartirles 4 ejemplos de la literatura, los
cuales no serán ajenos a nuestra discusión final:
El primero es de
Galeano y es acerca del papel y la permanencia de mensaje sobre el medio. Como me
paso 8 horas al día cargando cajas (no muy pesadas, no se apuren) y los
capataces son benevolentes, he optado en bajar audios para escuchar durante mis
largas jornadas de faena, entre ellos uno de Galeano hablando de su libro
“Memoria del Fuego” y relatando
cuentos. En el minuto 41 pueden escuchar algo acerca de los indios
chiriguanos. Ellos no conocían el papel “ni sabían que lo necesitaban” hasta
que los franciscanos se lo presentaron. Como no tenían palabra para nombrarlo
inventaron una basada en la que para ellos era la función más importante de
esta lámina, “enviar mensajes a los amigos que están lejos”. Por eso le
pusieron el nombre de “piel de Dios” porque ¿qué otra superficie sería capaz de
semejante proeza?
Wifredo Lam en su taller, sólo piensen todo lo que se puede hacer sobre el papel: http://www.museoreinasofia.es/sites/default/files/exposiciones/lam_g.jpg |
El segundo es
de Borges y es acerca de la permanencia del mensaje en quien lo retransmite. En
su cuento “El
inmortal”, mi cuento favorito quizás de la bolita del mundo, acaba diciendo:
“Palabras, palabras desplazadas y mutiladas, palabras de otros, fue la pobre
limosna que le dejaron las horas y los siglos”. Si quieren entender el
contexto, les pido leer el cuento, pero para fines de este artículo sólo basta
con entender que incluso quien transcribe lo que él mismo dijo años atrás, termina
transcribiendo lo que dijo alguien más. Esto no sólo por los juegos de la memoria,
sino porque retroactivamente la persona que somos hoy transforma a la persona
que fuimos antes, hasta el punto de que puede cambiarse el pasado en virtud de
lo que hacemos en el presente. Existen pocas cosas ciertas en la historia (ese
decreto fue firmado en tal fecha, esta ciudad fue elevada a ayuntamiento en
aquella otra, etc.). Lo demás son interpretaciones basadas en el intérprete, el
cual nunca es una tabula rasa.
El tercero es
acerca de la permanencia del lenguaje y viene de un poema escrito por Ernesto
Cardenal, ese gran polemista de la teología que nos regaló tantos grandes
poemas, proveniente de un país pequeño, Nicaragua, que nos ha regalado tantos
tantos grandes poetas y poetisas. Cardenal escribió unos versos para honrar la
memoria de quien es quizás mi poeta favorito, Joaquín Pasos. Serrat les puso
música, pero van mejor solos:
Epitafio a Joaquín Pasos
Aquí
pasaba a pie por estas calles
Sin
empleo ni puesto y sin un peso
Sólo
poetas, putas y picados
Conocieron
sus versos
Nunca
estuvo en el extranjero
Estuvo
preso
Ahora
está muerto
No
tiene ningún monumento...
Pero
Recordadle
cuando tengáis puentes de concreto
Grandes
turbinas, tractores, plateados graneros
Buenos
gobiernos
Porque
él purificó en sus poemas el lenguaje de su pueblo
En
el que un día se escribirán los tratados de comercio
La
Constitución, las cartas de amor
Y
los decretos
Si quieres
llorar de emoción verdadera por el milagro de la palabra escrita y la
inevitable comprensión de que nunca escribirás algo tan terriblemente hermoso,
te invito a leer “Canto de la guerra de las cosas”, poema inmenso del cual sólo
transcribo una muestra insignificante, pero igual de escalofriante:
Dadme
un motor más fuerte que un corazón de hombre.
Dadme
un cerebro de máquina que pueda ser agujereado sin dolor.
Dadme
por fuera un cuerpo de metal y por dentro otro cuerpo de metal
igual
al del soldado de plomo que no muere,
que no te pide, Señor, la gracia de no ser humillado por tus obras,
como el soldado de carne blanducha, nuestro débil orgullo,
que por tu día ofrecerá la luz de sus ojos,
que por tu metal admitirá una bala en su pecho,
que por tu agua devolverá su sangre.
Y que quiere ser como un cuchillo, al que no puede herir otro cuchillo.
que no te pide, Señor, la gracia de no ser humillado por tus obras,
como el soldado de carne blanducha, nuestro débil orgullo,
que por tu día ofrecerá la luz de sus ojos,
que por tu metal admitirá una bala en su pecho,
que por tu agua devolverá su sangre.
Y que quiere ser como un cuchillo, al que no puede herir otro cuchillo.
El lenguaje,
en manos de Joaquín, fue un eterno aletear de alas imprecisas que denunciaron el
sufrimiento como una ignominia, precariamente sobrellevada, para orgullo y morbo de
los opresores. Su poesía se trató de un acto de dignidad del cual podemos
aprender y al cual vale la pena añorar.
Finalmente,
quiero hablar de los poemas y su valor universal. Ya decía Shelley, esposo de
Mary Shelley, la autora de Frankenstein e hija de Mary Wollenstoncraft,
posiblemente la primera filósofa y socióloga feminista, que los poetas son
capaces de tocar tenuemente la Verdad y al hacerlo, se convierten en los
legisladores ignorados de la humanidad. Pues, uno de los más apreciados
escritores catalanes, Miquel Martí i Pol tiene algo similar que decirnos.
Compré su libro conjuntamente con otros en una tienda de antigüedades de
Barcelona (incluyendo un epistolario de Giscard D’Estaing que le regalé a Carlos Morel
con quien me encontré fugazmente para comer hamburguesas acompañado de su
encantadora esposa y prácticamente toda su familia). Lo hojeé despreocupadamente mientras esperaba
en un parque del Montjuic a que abrieran el museo de arte y soñaba despierto
que me encontraba con Serrat y discutíamos el concierto que Silvio dio en el
2007 en el Estadio Olímpico:
He heretat l'esperança
He heretat
l'esperança dels avis
i la paciència dels pares.
i la paciència dels pares.
I de tots dos, els mots
dels quals ara em serveixo
per parlar-vos.
dels quals ara em serveixo
per parlar-vos.
M'han dit que la naixença em dóna drets
inviolables.
Però jo sóc poruc i sempre em sento
una mica eixalat i solitari.
inviolables.
Però jo sóc poruc i sempre em sento
una mica eixalat i solitari.
Visc en un poble petit,
en un país petit
en un país petit
i, tanmateix, vull que quedi ben clar
que això que escric ho escric per a tothom,
i que per mi és com si el món sencer
girés entorn de l'eix dels meus poemes.
Vagarejo tot sol pels carrers en silenci
i cada vespre escolto el cant de les sirenes
des del terrat de casa.
i cada vespre escolto el cant de les sirenes
des del terrat de casa.
He heredado la esperanza
He heredado la
esperanza de los abuelos
Y la paciencia de los padres
Y la paciencia de los padres
Y de todos, las
palabras
De las cuales
ahora me sirvo
Para hablarles
Me han dicho que
el nacimiento te otorga derechos inviolables
Pero yo soy
miedoso y siempre me siento
Un poco exiliado y
solitario
Vivo en un pueblo
pequeño
En un país pequeño
Y sin embargo,
quiero que quede bien claro
Que esto que escribo
lo escribo para todos
Y que para mí es
como si el mundo entero
Girara en torno al
eje de mis poemas
Vago todo solo por
las carrejas en silencio
Y cada tarde
escucho el canto de las sirenas
Desde la terraza
de mi casa
¿Qué tiene que ver todo esto con el
populismo de derecha? Como todas las cosas del mundo, tiene mucho que ver y
nada a la vez con todo lo demás. Lo importante es que lo que se escribe se escribe
para todo el mundo y el mundo entero puede, o girar en el eje de un poema que
diga la verdad o precipitarse en el agujero abierto por la mentira. Verán, he
estado pensando a profundidad muchas cosas. Las cuales expondré brevemente
porque son las 11:54 PM.
-
Políticas nacionalistas en general
Para los que no lo saben, me encanta el
nacionalismo y el patriotismo en general, los cuales identifico con lo que
expuso Martí:
“El amor, madre, a la patria no es el amor
ridículo a la tierra, ni a la yerba que pisan nuestras plantas; es el odio
invencible a quien la oprime, es el rencor eterno a quien la ataca”.
José Martí
Como abogado sé que un Estado se conforma a
base de una población (llamada también nación), un territorio determinado y un
gobierno permanente y con control efectivo sobre el territorio. También sé que
la idea del Estado-Nación proviene de la paz de Westfallia firmada para poner
fin a la Guerra de los 30 Años y en la cual se asentaron las bases de a) gobiernos autónomos (¡ya ni el Papa
ni el Emperador Romano Germánico podrán decirnos qué hacer!) y b) con poder de decidir la fe de sus
súbditos (la fe del reino es la del príncipe). En el contexto global, la
creciente internacionalización y el reconocimiento de los derechos individuales
de los habitantes de cualquier territorio, han diluido en cierto modo estas
características del Estado. No obstante, el Estado continua siendo el principal
actor en la política nacional y en las relaciones globales. Igualmente, el
vínculo político con un Estado, al cual llamamos “nacionalidad”, es la caracteristica
distintiva más generalizada hoy en día, siendo lo primero que una persona referenciará
cuando se le pida identificarse en un contexto internacional.
El mal está, en cierto modo, en la sábana,
porque sabemos que en el año 2017, al menos en lo que se considera Occidente,
la nacionalidad es un vínculo jurídico que se obtiene cumpliendo requisitos burocráticos.
No obstante, seguimos abrazados a la idea de que nacionalidad pertenece a
“nación” y que nación es un término que describe a un grupo más o menos
homogéneo que ocupa un territorio. Los Francos, los Lacios, los Iberos, etc., fueron
naciones, pero no es verdad que Francia, Italia y España están conformadas por
poblaciones homogéneas descendientes de estos grupos. Son grandes países
abiertos a la multiculturalidad bajo la égida de un Estado fuerte que es capaz
de hacer a los extranjeros sentirse nacionales después de pasada una generación, independientemente
de que se tengan o no los papeles que acrediten esto.
Sabes, son las 2:02 AM y ya no puedo más.
Me voy a dormir, arruinando todo porque debo despertar en 1:58 minutos.
He vuelto a casa, como vuelve el mirlo al
terminar la primavera, para dormir quieto entre sordinas (pues afuera están
remodelando la tubería de la calefacción). Prosigamos con el problema actual
del nacionalismo. Me he dado cuenta que la imagen nacional a menudo está
construida tomando como base la estructura de poder casi uniformemente vertical
que existe en, me atrevo a decir, todos los países del mundo. La idea de que
los vascos se sientan más cercanos a los aragoneses que a los serbios proviene
de vínculos fácticos como cercanía territorial, manejo de al menos un idioma en
común y sí, ciertas similitudes étnicas. Esto está sujeto a sus bemoles ya que
quienes conforman el estándar fenotípico de un pueblo son a menudo los miembros
de los sectores representativos del poder, quienes son vistos en cierta forma
como representativos de la nación.
Debido a la hegemonía anglosajona de los
últimos dos o tres siglos, los descendientes de las clases dominantes son a
menudo hombres blancos, aunque no necesariamente. Otros ejemplos de sobre
simplificación de la imagen nacional son la estratificación de castas en la
India (la mayoría de extranjeros estamos familiarizados con la imagen del Brahmán
por el Yoga o del Vaishya porque son los mercaderes, pero no así con otras
castas y sus desafíos y tradiciones particulares). Así mismo, un lenguaje
predominante dentro de países multilingües crea una idea del nacional típico
que comúnmente está apartada de la realidad (como pensar que los haitianos
hablan francés, cuando éste es realmente el idioma de las elites). En el caso de
República Dominicana hay ideas étnicas que conforman la imagen del dominicano y
esas ideas lamentablemente contienen a menudo, un componente axiológico que
hace a ciertas razas y nacionalidades mejores y peores que otras. Como suelo
decir, soy un hombre en un país machista, blanco en un país racista y con
apellido extranjero en un país bultero. Si fuera una persona inteligente, sería
ya viceministro de finanzas, pero simplemente pierdo demasiado tiempo en cosas
inservibles como ver muñequitos o desarrollar una brújula moral.
Volviendo al tema que nos ocupa, una nación,
en el sentido sociológico del término, no puede ser completamente fluida pues
aparte de la etnia, hay otros componente culturales, históricos y hasta
geográficos que también informan la idea de nacionalidad. No obstante, en una
época de Estados Jurídicos de Derecho, todos estos componentes son meros
accidentes que no tienen peso a la hora de definir el contenido jurídico de la “nacionalidad”,
ni el trato que corresponde proporcionar a las personas en su carácter de
ciudadanos. Pero si bien el derecho está compuesto de abstracciones, los
prejuicios son más bien hijos de las impresiones, meras conjeturas inmediatas
nacidas de una percibida diferencia étnica o cultural. Estos prejuicios
cristalizan el concepto de nacionalidad, combinando (o contaminando) lo jurídico
con lo demás y hacen imposible que otros grupos se inserten en lo considerado "nacional". Esto es
un fenómeno hasta natural, cuya superación se obtendría sólo a través de un abandono
de los prejuicios. Esto puede lograrse con la técnica psicológica de su
preferencia: exposición, deconstrucción, combate a través de la
racionalización, etc. Este no es el tema nuestro, sino más bien la manipulación
de estos prejuicios para alcanzar objetivos egoístas de carácter electoral.
En cierto modo, quien explota los miedos y
prejuicios raciales del electorado para obtener votos es igual de macabro que quien explota la pobreza y carestía para los mismos fines. Aunque parezcan
equivalentes lejanos, quien le da dinero a una persona para que emita
determinado voto es igual que quien le provee comida, alcohol u oportunidades
para lo mismo y es igual que quien le dice que su voto es garantía de seguridad
contra la amenaza del colectivo prejuiciado. Quizás yendo muy lejos, es
equivalente a quien ejerce la coacción física para obtener un voto (como en la
Unión Sovietica donde las elecciones siempre eran 99% a favor, 1% de absteción).
Hay una violencia materialmente equivalente al garrote que se ejerce
manteniendo a una población pobre, malinformada, asustada e intoxicada.
Esto me lleva al problema bastante serio de
la retórica nacionalista, la cual usa indiscriminadamente el término patria de
un modo que parece poner a la patria como excusa para pisotear a los patriotas.
El poeta nacional dominicano es Pedro Mir, pero el mejor poeta dominicano es
posiblemente Gastón Fernando Deligne, quien en su poema “Memento” habla de lo
vano de honrar a la patria en nombre cuando la hemos dejado perecer en actos:
Memento
Los Magnos de la
Patria, en lazo estrecho
tornaron indomable
su impericia
ante el altar
donde la unión oficia.
Abríguese la unión
en nuestro pecho.
Para alentar el
ponderoso hecho
que la victoria
diademó propicia,
amaron el derecho
y la justicia.
Amemos la justicia
y el derecho.
Ese el alto
tributo, y no los dones
de evanescente
incienso y vano ruido,
a su santa memoria
y sus blasones.
Cuando la bien
amada ha fenecido,
recordar sólo el
nombre -¡oh, corazones!-
es una ambigua
forma del olvido.
En el caso de gobiernos que han sido
responsables de la dirección del Estado durante años, es difícil hablar de
defensa de la patria cuando el principal elemento constitutivo de la misma, la
nación, ha sido soslayada y hasta explotada durante su tiempo al mando.
-
El populismo como herramienta
Ya llevo 5 horas interrumpidas escribiendo y
pienso ponerle fin a esto. Simplemente me gustaría decir que populismo, como
dice Laclau, es la técnica de apelar directamente al pueblo para movilizarlo
como órgano político. Esto puede obedecer a intenciones altruistas o egoístas y
puede responder a una evolución en la democracia por la cual se deja atrás lo
que Laclau llamaba la política de los punteros: personas que controlan el voto
en los barrios a cambio de favores (¿suena familiar?). La idea es que el
populismo lleva a un empoderamiento del pueblo. No obstante, el populismo también
puede representar una involución de la discusión por la cual los problemas
reales que afectan a la población son ignorados bajo el manto de una retórica
simplista y emotivamente cargada. Reinhold Niebuhr, un teólogo americano,
galardonado con la Congressional Medal of
Freedom, dice algo que parece que todos los gobernantes saben:
“Rationality belongs to the cool observer,
but because of the stupidity of the average man, he follows not reason, but
faith, and the naive faith requires necessary illusions and emotionally potent
oversimplifications which are provided by the myth-maker to keep ordinary
person on course”.
Reinhold Niebuhr
"La racionalidad pertenece al observador
calmado, pero debido a la estupidez de la persona común, ésta no sigue la
razón, sino la fe y la fe ingenua requiere de ilusiones necesarias y sobre
simplificaciones emocionalmente potentes, las cuales son provistas por el
constructor de mitos para mantener a la persona común en el curso correcto”.
Reinhold Niebuhr
Diciendo cosas así, ya se imaginan porqué ganó la Medalla Congresional de la Libertad. ¡Orwell, ven a ver!
Mi oposición al populismo viene primero porque es ejercido por todos los grandes y pequeños sistemas electorales del mundo: pensar que Chávez era populista y no reconocer que Hillary Clinton, Theresa May, Emmanuel Macron, etc., lo son también, es lo que se llama tener “corruptos favoritos”. Los votantes de Le Pen realizan una racionalización de su voto basado en un visión ideologica del mundo compuesta por racismo, xenofobia y antiglobalización, pero parece ser que Macron no ganó por sí mismo, sino como una respuesta anti Le Pen catalizada por la imagen amigable de Macron como el chico guapo que está enamorado de una mujer mayor. Si el candidato es mercadeado en su personalidad, hay muchos temas que ni siquera son puestos sobre el tapete y que no habrá forma de discutirlos una vez la República comience a marchar. Populismo no es solamente el de derechas cuando se usa el miedo, ni el de izquerada cuando se usa la pobreza, sino es también, aunque no sé que apellido ponerle, cuando al electorado se le mercadea un candidato al que se quisieran parecer o del que se pudieran enamorar.
Mi oposición al populismo viene primero porque es ejercido por todos los grandes y pequeños sistemas electorales del mundo: pensar que Chávez era populista y no reconocer que Hillary Clinton, Theresa May, Emmanuel Macron, etc., lo son también, es lo que se llama tener “corruptos favoritos”. Los votantes de Le Pen realizan una racionalización de su voto basado en un visión ideologica del mundo compuesta por racismo, xenofobia y antiglobalización, pero parece ser que Macron no ganó por sí mismo, sino como una respuesta anti Le Pen catalizada por la imagen amigable de Macron como el chico guapo que está enamorado de una mujer mayor. Si el candidato es mercadeado en su personalidad, hay muchos temas que ni siquera son puestos sobre el tapete y que no habrá forma de discutirlos una vez la República comience a marchar. Populismo no es solamente el de derechas cuando se usa el miedo, ni el de izquerada cuando se usa la pobreza, sino es también, aunque no sé que apellido ponerle, cuando al electorado se le mercadea un candidato al que se quisieran parecer o del que se pudieran enamorar.
Pensar que la democracia es la manera de
organizar el gobierno de modo que la población en su conjunto pueda decidir
libremente el uso que se hará del poder Estatal es quedarse corto.
Democracia implica también que la población en general pueda decidir libremente
el uso más conveniente para todos del poder Estatal y esto requiere de información
(transparencia) y participación. Como las sociedades grandes requieren cierto
tipo de representación, la estrategia populista rompe decididamente el
principio democrático, pues a) solo
permite a la gente decidir entre algunas opciones ya dispuestas, en lugar de establecer
ellos mismos su candidato; b) mantiene
la campaña en niveles superficiales como son la apariencia de los candidatos,
su vida personal, o la supuesta bonanza o seguridad que su elección traerá; c) reduce la capacidad de las personas
de revocar su decisión electoral en caso de haber cometido un “error en cuanto
al sujeto” y d) no está de más decir
que, la apelación directa de un candidato a la población hace a la misma
susceptible de caer en los sesgos que los psicólogos conocen muy bien:
identificación con el candidato en base a su discurso o apariencia; efecto bandwagon por el cual las personas votan
por el candidato que piensan ganará las elecciones; manipulación de miedos y
carencias, etc.
Curas de este mal son, por ejemplo, la
participación política activa a través de instituciones que representen
intereses y medien el voto. Un ejemplo sería una comunidad que tiene una junta
de vecinos. Esta se informa y socializa los problemas e intereses de la
comunidad. Ésta a su vez se comunica con asociaciones de juntas de vecinos que
operan en la ciudad. Finalmente, como grupo, particián en las discusiones
electorales o se acercan a las autoridades municipales o distritales ya
electas. Finalmente, los temas son discutidos de modo que, en el mejor de los
casos, la cuestión no se limite a elegir un candidato, sino que todos los
candidatos reconozcan la vigencia de los problemas de esa comunidad. En
el peor de los casos, si ningún candidato los escucha, podrán lanzar su propio
candidato. Este ejemplo es bueno tomarlo con un grano de sal porque todos
conocemos el problema de la captura de los representantes.
Otra cura, la cual trato a profundidad en
otro artículo, es la llamada “autodefensa
intelectual”, por el cual los individuos se mantienen informados sobre lo
que su Estado está haciendo con sus recursos y en grupo, ya sea en
instituciones o en círculos informales, combaten la desinformación a la cual
los propios prejuicios y los alienantes medios de comunicación los exponen.
Son las 12:49
PM, dormí, laboré, dormí, redacté y revisé, quizás para nada, quizás para alguien
además de mí. Volveré ahora a estudiar alemán o a correr o a comer o a redactar
mi exposé. La verdad es que desconozco el futuro del autor de estas líneas, el
cual peligra como “burbuja en la punta de una aguja” (frase genial de Luis
Cardoza y Aragón), pero sea lo que sea, sepan que cualesquiera sean las
consecuencias de caminar errante, siempre es mejor que quedarse sólo, viendo la
televisión.
Si fuera menos serio, esta seria mi frase favorita. Tomado de https://s-media-cache-ak0.pinimg.com/originals/fa/ee/90/faee9062fa07e1ff89aaac33a1934ca5.jpg |
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